Title: SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 1
1SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 1
MFa 68 de 107
El derecho y deber de los padres a la educación
de los hijos es inalienable no puede ser ni
abandonado por ellos en manos de otros, ni
arrebatado injustamente por ninguna autoridad.
Es original y primario (anterior a cualquier
derecho de la sociedad civil y del Estado).
La función de la familia como primera y
princi- pal comunidad educadora es insustituible.
Sin embargo, la educación completa de la
persona requiere actualmente conocimientos,
recursos técnicos y materiales que superan las
posibilida- des concretas de la educación
familiar. De ahí que la tarea educativa requiera
la colaboración de toda la sociedad.
2SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 2
MFa 69 de 107
Principio de subsidiaridad una estructura
social de orden supe- rior no debe interferir en
la vida interna de un grupo social de orden
inferior, privándola de sus competencias, sino
que más bien debe sostenerla en caso de necesidad
y ayudarla a coordinar su acción con la de los
demás componentes sociales, con miras al bien
común (Juan Pablo II, Centesimus annus 48).
Por eso, la sociedad civil (no sólo los
poderes públicos) debe tutelar los derechos y
obligacio- nes de los padres y de quienes
intervienen en la educación y colaborar con ellos
y completar la obra educativa cuando no basta el
esfuerzo de los padres y de otras sociedades,
atendiendo a los deseos paternos.
3SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 3
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Teniendo en cuenta el principio de
subsi- diaridad, el Estado debe evitar todo
mo- nopolio escolar.
Tiene la responsabilidad de asegurar 1) el
acceso de todos los ciu- dadanos a la educación,
velando por el bienestar de los alumnos, la
calidad de los profesores y planes de estudios y
la buena gestión del sistema educativo 2) la
libertad de enseñanza, que incluye la de crear y
mantener centros educativos, de modo que los
padres puedan elegir según su conciencia las
escuelas para sus hijos 3) la justa distribución
de los recursos públicos, aportados por todos los
ciudadanos, para que esa libertad sea real y
efectiva.
4SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 4
MFa 71 de 107
A la Iglesia corresponde también la tarea
edu- cativa, sobre todo porque tiene el deber de
a- nunciar a todos los hombres el camino de
sal- vación, de comunicar a los creyentes la
vida de Cristo y de ayudarles con cuidado
constan- te para que puedan alcanzar la plenitud
de esa vida (Gravissimum educationis 3).
Para la Iglesia, el oficio de enseñar es, junto
con los de regir y san- tificar, parte esencial
de la misión que ha recibido de Cristo. No puede
renunciar a esa misión sin desoír el mandato del
Señor y privar a los hombres de la luz del
Evangelio. Tiene, por eso mismo, una especial
responsabilidad de ayudar a las familias en la
educa- ción cristiana de sus hijos.
5SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 5
MFa 72 de 107
Uno de los medios más eficaces para cooperar a la
misión familiar de educar a los jóvenes como
hijos de Dios es la creación de escuelas en las
que la formación esté animada y orientada
verdade- ramente por el espíritu cristiano. Unas
se llamarán formalmente católicas, otras lo serán
realmente en su inspiración y en su acti- vidad,
sin usar ese título.
Lo decisivo, a la hora de valorar la educa- ción
impartida en esas escuelas, es que en ellas se
procure efectivamente una forma- ción integral de
las personas informada profundamente por los
principios y valores cristianos conforme a las
enseñanzas de la Iglesia.
6SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 6
MFa 73 de 107
Principios esenciales que rigen la relación entre
familia y escuela
Los padres confían a la escuela una participación
importante en la formación de sus hijos, pero se
mantiene su condición de primeros y principales
responsables de la educación.
Por eso tienen el derecho y el deber de elegir
para sus hijos una escuela o colegio que les
ofrezca garantías de una educación
bien orientada. Los padres católicos tienen el
deber de elegir las escue- las que mejor les
ayuden en su tarea de educadores cristianos.
Como complementario al derecho, se pone el grave
deber de los padres de comprometerse en una
relación cordial y efectiva con los profesores y
directores de las escuelas(Familiaris consortio
40).
7SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 7
MFa 74 de 107
A la hora de elegir en conciencia una escuela que
colabore en la educación cristiana de los hijos,
debe tenerse en cuenta que para este fin no basta
con la existencia de una asignatura de religión.
La enseñanza de cualquier materia (sobre todo
filosofía, historia, ética, ciencias naturales,
biología...) presupone siempre una con- cepción
de Dios, del hombre y del mundo que condiciona
más o menos marcadamente el enfoque de la materia
y las ideas que se transmiten.
No cabe una enseñanza neutra o aséptica, porque
la realidad no es neutra presentarla como si lo
fuera supone siempre un re- duccionismo.
8SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 8
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La educación sexual tan decisiva para la
capa- cidad de proyectar y construir la propia
vida de acuerdo con la vocación fundamental al
amor- es tarea irrenunciable de los padres, que
tienen el derecho inviolable a que se imparta a
sus hijos en sintonía con sus propias
convicciones.
Toda transmisión de conocimientos lleva consigo
una formación de la conciencia y de la
sensibilidad, porque trasluce, de modo más
o menos explícito, una determinada manera de
valorar las cosas. De ahí la importancia de
garantizar que los hijos reciban una formación de
calidad y conforme a los principios cristianos.
Esa formación incluye la enseñanza escolar de la
religión, aunque no se agote en ella.
9SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 9
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A medida que su inteligencia madura y que
progresan en un conocimiento amplio y fundado de
las realidades humanas, es necesario que los
hijos profundicen también paralelamente en
las verdades de fe. De otro modo, su formación
cristiana quedaría cristalizada como un ingenuo
sentimiento religioso que remite a la etapa
infantil, pero que no se considera un verdadero
conoci- miento racional de la realidad. Esto los
predispondría, desde el comienzo de la vida
adulta, a una ruptura de la unidad entre la fe y
la vida diaria.
Como recuerda el Concilio Vaticano II, hace falta
que los hijos progresen en la formación cristiana
a la par que en la profana (Gra- vissimum
educationis 7).
10SUJETOS DE LA TAREA EDUCATIVA, 10
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Si en las escuelas se enseñan ideologías
contrarias a la fe cristiana, la familia, junto
con otras familias, si es posible mediante formas
de asociación familiar, debe, con todas las
fuerzas y con sabiduría, ayudar a los jóvenes a
no alejarse de la fe. En este caso, la familia
tiene necesidad de ayudas especiales por parte de
los Pastores de almas, los cuales no
deben olvidar que los padres tienen el derecho
inviolable de confiar sus hijos a la comunidad
eclesial (Fa- miliaris consortio 40).
Los padres pueden encontrar una gran ayuda en
instancias educativas para el tiempo libre de sus
hijos (clubs juveniles, asociaciones
parro- quiales, etc.) dedicadas a complementar la
formación familiar y esco- lar. Las deben elegir
con criterios análogos a su elección de la
escuela.