La crisis alimentaria, el cambio clim

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La crisis alimentaria,el cambio climático,hay
esperanza?

• Por Jaime Septién

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• Lo primero que tenemos que constatar es que el
  mandato de Dios de cuidar la tierra ha sido
  desoído por los hombres. No solamente no la
  hemos cuidado, sino que la hemos echado a perder
  de una manera escandalosa. La pregunta que todo
  cristiano debe hacerse es hay esperanza?

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• El número de personas hambrientas ha pasado, en
  el último año, de 854 millones de personas a 923
  millones. Detrás de este incremento está la
  subida del precio de los alimentos, que fue, de
  media, del 52 entre 2007 y 2008. Algunos
  productos básicos como el arroz sufrieron un
  incremento de más del 200.

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• El aumento de los precios de los alimentos no se
  debe a la falta de producción, ni a la reducción
  de las cosechas por el cambio climático o a la
  influencia de los agrocarburantes

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• Las razones del incremento de precios, por tanto,
  hay que buscarlas en las políticas agrarias de
  las últimas décadas, centradas en la rentabilidad
  comercial de los alimentos, en lugar de en
  garantizar el derecho a la alimentación, y en la
  especulación financiera en mercados de futuro y
  fondos de inversión con los productos
  alimenticios.

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• El primer compromiso es el de eliminar las
  razones que impiden un respeto auténtico de la
  dignidad de la persona, ha dicho el Papa
  Benedicto XVI en su más reciente mensaje para el
  Día Mundial de la Alimentación.

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• Entonces, por qué no es posible evitar que
  tantas personas sufran de hambre hasta las
  consecuencias más extremas?

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• Nunca había habido tantas personas con hambre y
  nunca había habido más alimentos en el mundo como
  hoy mismo.

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• De 1950 al año 2000, la población mundial creció
  2.7 veces, mientras que la producción alimentaria
  creció 7 veces. El problema, como lo indica el
  Papa Benedicto XVI es de inversión de valores
  damos por prioritario al mercado y no a la
  persona.

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• Los motivos de esta situación, en la que con
  frecuencia conviven abundancia y penuria, son
  numerosos.

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• Estos motivos tienen su origen en un falso
  sentido de valores sobre los que deberían basarse
  las relaciones internacionales, y en particular,
  en esa actitud difundida en la cultura
  contemporánea que sólo privilegia la carrera a
  los bienes materiales, olvidando la verdadera
  naturaleza de la persona humana y sus
  aspiraciones más profundas.

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Cómo actuar?

• Una campaña eficaz contra el hambre exige, por
  tanto, mucho más que un simple estudio científico
  para afrontar los cambios climáticos o para
  destinar en primer lugar la producción agrícola a
  la alimentación. Es necesario, ante todo,
  redescubrir el sentido de la persona humana

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• En México se tiran diariamente 32 mil toneladas
  de alimentos por no cumplir las condiciones de
  mercado 32 mil toneladas que podrían alimentar
  al 14 por ciento de la población mexicana (unos
  16 millones de personas) que viven o, más bien,
  sobreviven, en estado de pobreza alimentaria.

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Y las personas concretas?

• Actuar en el mismo sentido que el Papa le pide a
  los gobiernos colaborar y comprender que el
  destino de los bienes es un destino de carácter
  universal y que nadie tiene derecho a gozar de
  lo superfluo mientras que alguien carezca de lo
  necesario.

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Decálogo

1. Aprovechar todo lo que se puede aprovechar en la
   mesa
2. Compartir un poco de lo que comemos con otra
   persona
3. Colaborar en una organización de recolecta de
   alimentos
4. Elegir los alimentos más simples para su consumo
5. Privilegiar los alimentos propios de la región

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1. Donar una despensa semanal, quincenal o mensual a
   la parroquia
2. Hacer en la parroquia un censo para ver cuál es
   la situación alimentaria de los diversos miembros
   de la demarcación
3. Elegir alimentos orgánicos para su consumo
4. Compartir menús de bajo costo y alto nivel
   nutricional
5. Ayunar o establecer el principio de la austeridad

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• Gracias