La libertad

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La libertad

• Moris Polanco
• Fuentes
• R. Yepes y J. Aranguren, Fundamentos de
  Antropología, pp. 119-128.

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1. Los usos de la libertad o los cinco modos de
querer

• Deseo inclinación hacia un bien.
• Elección, como aprobación o rechazo del pasado.
  El modo como convive con la propia realidad.
• Elección, como dominio del futuro. Poder decidir
  lo que será mi vida.
• Voluntad creadora se aplica a todas las acciones
  técnicas y artísticas.
• Amor el reconocimiento y afirmación de una
  realidad por lo que en sí misma es y vale. Amar
  es alegrarse en el bien del otro

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2. La libertad interior, fundamental o
constitutiva

• También llamada fundamental o trascendental
• Consiste en ser una intimidad libre, un espacio
  interior que nadie puede poseer si uno no quiere,
  y en el cual yo me encuentro a disposición de mí
  mismo.
• Puede definirse como poseerse en el origen, ser
  dueño de uno mismo y, en consecuencia, de las
  propias manifestaciones y acciones.

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La libertad interior inviolable

• Ningún cautiverio, prisión o castigo es capaz de
  suprimir este nivel de libertad. El hombre tiene
  un dentro que es inviolable.
• El único modo de eliminar la libertad fundamental
  es hacer desaparecer al mismo hombre. El
  torturador no cambia el modo de pensar de
  alguien, sino que se dirige a la destrucción de
  su núcleo más sagrado.

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La libertad interior fuente de derechos

• Esta libertad interior es la base de los derechos
  humanos y del ordenamiento jurídico.
• De ella brota el derecho a la libertad de
  expresión, a la libertad religiosa, a vivir según
  dicten las propias creencias y convicciones, a
  respetar y seguir las normas morales y éticas que
  señale la propia conciencia, etc.

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La libertad interior apertura y actividad

• La libertad constitutiva es apertura a todo lo
  real. Ella misma elige lo que le interesa.
• La libertad interior también es actividad la
  libertad debe realizarse debo diseñar libremente
  mi conducta.

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La libertad interior síntesis pasiva

• La libertad constitutiva convive con todo lo que
  uno ya es el propio cuerpo, los elementos
  genéticos, cognitivos, afectivos, educacionales.
• A esa herencia se le llama síntesis pasiva.

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La libertad constitutiva no es ausencia de límites

• La persona humana nunca parte de cero vivimos en
  una situación determinada y concreta somos
  libres desde ella.
• La síntesis pasiva hay que asumirla, no como una
  rémora, sino como una riqueza que me pone en
  condiciones de formular libremente un determinado
  proyecto vital.
• Lo que ya soy no es un inconveniente, sino,
  precisamente, aquello que posibilita en la
  práctica el ejercicio de mi libertad.

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3. La libertad de elección o de arbitrio

• Nosotros tenemos conciencia de que podemos elegir
  y de que podemos elegir esto o aquello.
• Estas dos capacidades, de ejercicio y de
  especificación, integran la capacidad de
  autodeterminación de la voluntad que se conoce
  como libertad de arbitrio, según la cual
  efectuamos la elección.

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Defecto de valoración de la libertad de elección

• El determinismo consiste en decir que la libertad
  de elección no es real, sino aparente.
• Según esta doctrina, nuestra elecciones y
  decisiones están previamente determinadas por
  nuestra síntesis pasiva.
• Es evidente que la síntesis pasiva condiciona
  nuestra libertad de decisión. Pero una cosa es
  condicionar y otra suprimir.
• Los intereses inclinan a la voluntad en un
  determinado sentido, pero no anulan la libertad.

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Exceso de valoración de la libertad de elección

• Lo importante es elegir el bien o el mal son
  categorías externas a la libertad.
• Si una persona posee una razonable cantidad de
  sentido común y de experiencia, su propio modo de
  disponer de su existencia es el mejor, no porque
  sea el mejor en sí mismo, sino porque es su modo
  propio. La única libertad que merece ese nombre
  es la de perseguir nuestro propio bien a nuestra
  propia manera. Cada uno es el mejor guardián de
  su propia salud física, mental o espiritual. La
  humanidad se beneficia más consintiendo a cada
  uno vivir a su manera, que obligándola a vivir a
  la manera de los demás (Mill)

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El exceso de valoración de la libertad de elección

• Este modo de entender la libertad va
  necesariamente acompañado de la idea de que todos
  los valores sin igualmente buenos para aquel que
  libremente los elige, pues lo que los hace buenos
  no es que en sí mismos lo sean, sino el hecho de
  que son libremente elegidos.
• A su vez, todo aquello que alguien elija
  libremente, es no sólo tolerable, sino admirable,
  puesto que es expresión de autenticidad. Lo
  importante se sostiene no es hacer el bien o el
  mal, sino ser honrado con uno mismo.

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Lo verdadero en el exceso de valoración del libre
arbitrio

• Sin libertad de elección no se puede usar de la
  libertad que constitutivamente se es.
• No se puede imponer a nadie el bien y la libertad
  a costa de sacrificar su libertad.
• La autenticidad es un ideal irrenunciable, y
  consiste en ser fiel a uno mismo.

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Deficiencias del exceso de valoración del libre
arbitrio

• Se tiende a dejar en la penumbra los
  condicionamientos de la elección, la síntesis
  pasiva.
• Los fines de la elección pasan a ser
  indiferentes.
• Ayudar o aconsejar pierde sentido.
• La idea de que lo espontáneo es lo natural, y por
  tanto lo bueno, supone ponerse en manos de la
  biología.

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La libertad no es espontaneidad

• La liberad es la adecuada gestión de las ganas,
  y unas veces habrá que seguirlas y otras, no. El
  deseo no es indicio de nada, más que de sí mismo.
  Es siempre un motivo para actuar, pero sólo el
  deseo inteligente es una razón para actuar. La
  inteligencia integra el deseo dentro de proyectos
  más amplios, brillantes y creadores (...). Con
  frecuencia se confunde espontaneidad con
  libertad, lo cual es muestra de analfabetismo
  (J. A. Marina)

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Conclusión el sentido común nos dice que...

• Algunas decisiones humanas son fruto de la
  libertad de elección.
• La elección puede ser acertada o desarcertada,
  porque podemos elegir bien, y mejorar nuestra
  condición, o mal, y equivocarnos respecto a lo
  que nos conviene.
• La espontaneidad no asegura que acertemos al
  elegir. Para lograrlo necesitamos unos criterios,
  de modo que las preferencias se lleven a cabo, no
  según las ganas, sino respondiendo a un criterio
  de vida concretado en ciertos valores, marcados
  por un determinado fin.
• Esos valores se aprenden mediante una educación,
  y se aplican a la propia circunstancia mediante
  la prudencia.

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4. El crecimiento de la libertad su rendimiento

• El uso del libre arbitrio produce costumbres y
  hábitos
• La más bella de las obras que nos han sido
  encomendadas es la propia historia.
• En el desarrollo de la propia vida hay
  innumerables obstáculos. Hay que fortalecer la
  capacidad humana. A esta acción se le suele
  llamar virtud.

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Las virtudes fortalecimiento de la libertad

• Virtud es una facilidad adquirida para elegir lo
  conveniente.
• El que tiene virtud es el que tiene fortaleza
  para mantener como objetivo de su vida la
  excelencia.
• La virtud es, por tanto, un fortalecimiento de la
  voluntad que lleva al rendimiento positivo de la
  libertad. Es una expansión de la capacidad
  operativa.