Title: Tema 6' Los recursos naturales no renovables'
1Tema 6. Los recursos naturales no renovables.
- 1) La noción de recurso natural.
- 2) Diversos enfoques en el tratamiento de los
recursos no renovables. - 2.1 Enfoque convencional la asignación
intergeneracional óptima de recursos. - 2.2 Enfoque poskeynesiano los monopolios y las
dificultades para calcular el coste de
oportunidad. - 2.3 Enfoque institucionalista las leyes como
conjuntos de oportunidades y de limitaciones
económicas. - BibliografÃa básica
- (2.3) Bromley, Daniel W. (1982) Problemas en la
gestión del agua y del suelo Una perspectiva
institucional en Aguilera Klink, Federico
(coord.) (1992) EconomÃa del agua, Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación, SecretarÃa
General Técnica, serie Estudios, nº 69, Madrid,
pp. 111-137. - (2.2) Davidson, Paul (1984) Recursos naturales
en Eichner, Alfred S. (ed.) EconomÃa
postkeynesiana, Herman Blume, Madrid. - (1) Galeano, Eduardo (1990) Las venas abiertas
de América Latina, Siglo XXI, Madrid, pp.
255-279. - (2.1) HOTELLING, Harold (1931) The Economics of
Exhaustible Resources, en The Journal of
Political Economy, vol. 39, nº 2, april, pp.
137-175 (Traducido al castellano en Cuadernos de
EconomÃa Aplicada, nº 3, CEURA, Madrid, 1987). - (1) Zimmermann, Erich W. (1967) Introducción a
los recursos mundiales, editado por Henry L.
Hunker, Oikos-Tau, Vilassar de Mar, caps. I y II,
pp. 9-60.
21) La noción de recurso natural (I)
- Un recurso natural, y por extensión el medio
ambiente, no es sólo un bien que proporciona la
madre Naturaleza y que resulta útil a los seres
humanos para la consecución de unos objetivos.
Además, se trata de algo cuyo uso está sujeto a
un alto grado de interdependencia social y a unas
interrelaciones fÃsicas y biológicas difÃciles de
ignorar por lo menos desde la sensatez. Ante la
cortedad de miras de la economÃa convencional en
su tratamiento de los recursos naturales y el
medio ambiente, merece la pena sacar a colación
otras opiniones de autores que se han ocupado de
dar una visión más amplia, que nos ayudarán a
definir y a entender mejor nuestro objeto de
estudio.
31) La noción de recurso natural (II)
- Posiblemente debamos a Erich W. Zimmermann (1967,
15-17) la definición más poética y coherente de
lo que es un recurso natural. Para este autor,
los recursos son fenómenos vivientes que se
expanden y contraen como respuesta al esfuerzo y
a la conducta humanas. Los recursos florecen bajo
un armonioso tratamiento racional se marchitan
en la guerra y en la rivalidad. En buena parte
son creación propia del hombre. La sabidurÃa del
hombre es su principal recurso la llave que le
abre el universo. Más adelante, especifica que
la palabra recurso no se refiere ni a una cosa
ni a una sustancia, sino a una función que una
cosa o una sustancia pueden realizar o una
operación en la cual pueden tomar parte, es
decir, la función o la operación de alcanzar un
fin dado, tal como satisfacer una necesidad, por
tanto, su carácter es puramente subjetivo,
dependiendo de que sea o no valorado por la
sociedad dado un estado de la técnica y las
preferencias sociales.
41) La noción de recurso natural (III)
- Zimmermann (1967)
- Los recursos (tierra, agua, hierro, petróleo) son
uno de los principales puntos de fricción entre
los individuos y la sociedad. El régimen de libre
empresa no ve más allá del horizonte del mercado
y los beneficios, y sus intereses se limitan a
corto plazo. - Al respecto, una vez roto el mágico sortilegio de
la armonÃa, se hace evidente el deber de
planificar la gestión de los recursos naturales. - Tendencia a identificar los recursos con
sustancias o cosas tangibles, ignorando aspectos
menos patentes e intangibles (la salud, la
armonÃa social, la sabidurÃa, la libertad), a
pesar de que puedan ser más importantes. - La palabra recurso no se refiere ni a una cosa ni
a una sustancia, sino a una función que una cosa
o una sustancia pueden realizar o a una operación
en la cual pueden tomar parte (satisfacer una
necesidad).
51) La noción de recurso natural (IV)
- Zimmermann (1967)
- Los seres humanos no sólo crean recursos a partir
de su inteligencia, sino que también los
destruyen como corolario necesario de su uso de
la Tierra. El progreso cientÃfico ofrece
remedios, pero no soluciona el problema de los
conflictos entre los intereses individuales a
corto plazo y el de los de grupo a largo plazo. - Los recursos no son, cambian. No son estáticos,
sino se desarrollan y se reducen en respuesta a
las necesidades y a las acciones humanas. - En realidad, los llamados intereses de la
comunidad no pueden ser mucho más que el interés
de una clase dominante amparándose bajo el
disfraz de la necesidad social, y la polÃtica
nacional puede quizás inclinarse hacia los
objetivos sociales de una clase () más que a la
total satisfacción de las necesidades más
urgentes del mayor número de personas posible.
61) La noción de recurso natural (V)
- Los bienes naturales a diferencia de los
artificiales- no fueron concebidos para un uso
particular y exclusivo, asà convendremos con
Roefie Hueting (1971) en que para movernos por
este nuevo entramado puede ser útil el estudio de
lo que él denomina funciones ambientales, las
cuales ponen en contacto la economÃa las
necesidades humanas- y la ecologÃa el
funcionamiento de la Naturaleza. Cuando los seres
humanos se apropian de una función ambiental de
cierto recurso, se lleva a cabo en detrimento de
otra, tanto por motivos cuantitativos,
cualitativos como espaciales. Hueting (1980, 97)
define el deterioro ambiental como la disminución
de las funciones disponibles de un recurso
natural.
71) La noción de recurso natural (VI)
- La transición desde una sociedad
cazadora/recolectora a una agricultura sedentaria
y más tarde a una sociedad industrial, ha
aumentado la dependencia de los recursos no
renovables carbón, petróleo, minerales-, en
detrimento de los renovables madera, abonos
orgánicos. La diversidad ha dejado paso a la
uniformidad en el aprovechamiento de los recursos
naturales (Bromley y Szarleta, 1986, 179),
aumentando la vulnerabilidad de las sociedades
industrializadas respecto a crisis que pudieran
tener lugar en abastecimientos energéticos o
materiales procedentes de otros territorios.
82) Tratamiento de recursos no renovables enfoque
convencional (I)
- Respecto a la otra cuestión abordada por la
economÃa ambiental, la asignación
intergeneracional óptima de recursos,
tradicionalmente la misma se ha resuelto
determinando el nivel de uso de los mismos que en
conjunción con el trabajo y el capital, maximiza
el valor presente neto de la corriente de
beneficios futuros. Sin embargo, los problemas
asociados al agotamiento de los recursos y al
deterioro ambiental, aconsejan ampliar este marco
para tomar en consideración una serie de aspectos
tales como su funcionamiento integrado en el
ecosistema, los usos potenciales y/o alternativos
que los recursos pueden satisfacer, la tecnologÃa
existente para su aprovechamiento y las reglas
establecidas por la sociedad para guiar su uso.
Como muchos de estos elementos no siempre se van
a poder reducir a términos monetarios, va a ser
preciso contemplar otros balances tales como los
de materiales, energÃa y estabilidad social.
92) Tratamiento de recursos no renovables enfoque
convencional (II)
- El artÃculo pionero de Harold Hotelling (1931),
The Economics of Exhaustible Resources,
establece las dos condiciones que deben cumplir
los precios de los recursos agotables en
competencia perfecta - El precio de una unidad de un recurso natural
agotable debe estar formado por su coste marginal
de extracción, más el coste de oportunidad o
renta de escasez que se deriva de la
imposibilidad fÃsica de volver a extraer dicha
unidad del recurso. Ello implica tener que tomar
una decisión sobre si es más rentable extraerlo
hoy o dejarlo para un momento futuro. - La maximización de la renta de escasez que se
obtiene restando del precio de mercado el coste
marginal de extracción-, se alcanza siempre que
esta crece al mismo ritmo que el tipo de interés.
Dicho de otra manera, el valor actual descontado
de la renta de escasez debe ser el mismo en cada
perÃodo, pues de lo contrario existirÃan
incentivos para desplazar la extracción de un
perÃodo a otro.
102) Tratamiento de recursos no renovables enfoque
convencional (III)
- El razonamiento de Hotelling (1931, 139) muestra,
en opinión de Georgescu-Roegen (1975), que (...)
no puede hablarse de asignación temporal óptima
de recursos a menos que se conozca la demanda
futura total, lo cual es, obviamente, imposible.
Por lo tanto, y de acuerdo con Naredo (1987,
260), las soluciones óptimas en la utilización de
recursos no renovables varÃan (...) con el
perÃodo de tiempo considerado, con el punto de
partida elegido,... y con los tipos de interés
empleados en las actualizaciones, siendo
necesarios mecanismos institucionales o hipótesis
arbitrarias que concreten estos extremos para
llegar a una solución determinada, cuya posible
formalización matemática no debe ocultar su alto
grado de arbitrariedad. Pues, como ocurre en los
razonamientos matemáticos, la conclusión no puede
ser más que un derivado de los supuestos
iniciales. En consecuencia, es preciso
arrinconar el enfoque parcelario a la hora de
razonar sobre la asignación de los recursos
naturales, estableciendo distinciones según se
trate de stocks o flujos, aspectos que se pierden
de vista al tratarlos homogéneamente en términos
de valor de cambio (Naredo, 1987a, 67).
112) Tratamiento de recursos no renovables enfoque
postkeynesiano (IV)
- El énfasis puesto en la utilización del mercado
para la asignación de los recursos naturales, es
reconsiderado por Paul Davidson (1984, 172-173)
desde una perspectiva poskeynesiana,
fundamentalmente a través de la introducción de
elementos de competencia imperfecta. Dos son las
cuestiones que se plantea. La primera, si es
posible que los precios de mercado, incluso en un
entorno competitivo, proporcionen las pautas
adecuadas para aproximarse a una tasa de
utilización eficiente y óptima, de los recursos
agotables durante un perÃodo de tiempo histórico.
La segunda, si en un mundo de grandes
conglomerados empresariales de energÃa, es
posible que la racionalidad de las polÃticas los
precios de mercado que nacen de una estructura
económica caracterizada por el poder de las
grandes empresas, sean indicadores de la
verdadera escasez y conduzcan irremediablemente a
la optimalidad social, o más bien reflejen
distorsiones debidas a intereses especulativos o
monopolistas que controlan la oferta de recursos.
Por ello, la perspectiva poskeynesiana sugiere,
en cambio, que dichas modificaciones de precios
pueden entenderse mejor y formularse una
polÃtica adecuada de respuestas-, analizando el
comportamiento de los agentes empresariales y de
los propietarios de los recursos en función del
poder de mercado percibido o de las expectativas
sobre el futuro (Davidson, 1984, 183).
122) Tratamiento de recursos no renovables enfoque
postkeynesiano (V)
- Por todo lo anterior, algún autor desconfÃa de
los métodos de asignación de recursos naturales
surgidos al calor de la economÃa neoclásica, pues
(...) tales análisis no proporcionan demasiada
ayuda a los polÃticos que se enfrentan con unos
derechos de propiedad cambiantes. Esto es porque
las cuestiones que rodean estas decisiones no
consisten en optimización de comportamientos
sobre los beneficios netos que se derivan de
dicha acción. A menudo estas discusiones deben
abordar la determinación de una justa
distribución de recursos, la fijación de valores
apropiados para la sociedad y el papel del
gobierno en la distribución de recursos y en dar
forma a los valores (...) la microeconomÃa
clásica no proporciona una respuesta a estos
problemas de una sociedad democrática ya que
analiza la mayorÃa de las variables polÃticas
bajo la cláusula ceteris paribus (Batie, 1984,
815).
132) Tratamiento de recursos no renovables enfoque
institucional (VI)
- Frente a la escasa importancia que la economÃa
convencional presta al marco institucional como
condicionante del comportamiento económico de los
seres humanos, la escuela institucionalista
entiende que, en lo sustancial, el patrón de uso
de los recursos naturales depende de las leyes o
convenciones que determinan el ámbito de lo
posible, no siendo de recibo la inevitabilidad
con la que muchas veces se disfraza el deterioro
de las funciones básicas del medio ambiente. Lo
que en última instancia ocurre se debe a los
comportamientos o actitudes que de manera
explÃcita o implÃcita son permitidos o alentados. - Â
- Tal y como señalaba John Rogers Commons (1934),
hay que apartar el punto de mira de la economÃa
desde las transacciones de mercancÃas hacia las
transacciones institucionales, ya que las (...)
acciones individuales son, en realidad,
transacciones es decir, acciones entre
individuos- y al mismo tiempo comportamiento
individual. Este desplazamiento de mercancÃas,
individuos e intercambios a transacciones y
reglas básicas de acción colectiva es lo que
marca la transición de las escuelas clásicas y
hedonistas a las escuelas institucionales de
pensamiento económico. - Â
142) Tratamiento de recursos no renovables enfoque
institucional (VII)
- En este sentido, Daniel W. Bromley (1991) señala
que serÃa oportuno enfocar la polÃtica del medio
ambiente desde una perspectiva que enfatice la
incidencia de los costes y de la estructura de
acuerdos institucionales, lo que en su opinión es
la esencia de la economÃa de los recursos
naturales. Para ello deberÃamos preguntarnos por - Quiénes soportan actualmente los costes de la
contaminación ambiental y la degradación de los
recursos naturales?. - Cuál es la estructura de acuerdos
institucionales? y, en concreto, qué derechos de
propiedad permiten que esta situación continúe?. - Quién debe hacerse cargo para que esta situación
cambie?. - Quiénes ganan y pierden con la solución de este
problema en particular?. - Â
152) Tratamiento de recursos no renovables enfoque
institucional (VIII)
-  Como las transacciones económicas no tienen
lugar en un marco de inmaculada neutralidad, la
economÃa institucional nos remite a las
condiciones de intercambio para poder entender el
proceso económico en toda su amplitud. Las
reglas, los beneficiarios y los perjudicados de
una situación concreta no sólo tienen su
dimensión positiva, sino que también nos informan
sobre las posibilidades y la dirección del cambio
a través del análisis normativo. - Â
- Desenredar la maraña de intereses y relaciones de
poder que subyacen tras la imagen neutral que a
veces se pretende dar del status quo, es una
tarea ineludible a la hora de definir la polÃtica
económica del medio ambiente. Ignorar esta
cuestión supone asumir implÃcitamente que la
actual distribución de la renta, los beneficios y
los costes sociales es óptima.