Title: Diapositiva 1
1LOS SACRAMENTOS DE CURACIÓN
Cristo ha querido que la Iglesia continuase su
obra de curación mediante la Penitencia y
de la Unción de los enfermos.
2EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA Y LA
RECONCIALIACIÓN
Este sacramento es llamado de la Penitencia, de
la Reconciliación, del Perdón, de la Confesión y
de la Conversión.
3El Señor resucitado instituyó este sacramento la
tarde de Pascua cuando se mostró a sus Apóstoles
y les dijo A quienes perdonéis los pecados,
les quedan perdonados a quienes se los
retengáis, les quedan retenidos ( Jn 20, 22-23 )
4 Implica el dolor y el rechazo de los pecados
cometidos, el firme propósito de no pecar
más, y la confianza en la ayuda de Dios.
5Existen muchas formas de penitencia que pueden
ser practicadas en la vida cotidiana
del cristiano, en particular en tiempos de
Cuaresma y el viernes, día penitencial (ayunos,
limosnas,).
6Los elementos esenciales del Sacramento de la
Reconciliación son dos los actos que lleva a
cabo el hombre y
la absolución del sacerdote, que concede el
perdón en el nombre de Cristo.
7Los actos propios del penitente son los
siguientes 1. un
diligente examen de
conciencia
2. La contrición o arrepentimiento ( que es per-
fecta cuando está motivada por el amor a
Dios, imperfecta cuando se funda en otros
motivos), e incluye el propósito de no volver a
pecar. en otros motivos), e incluye el
propósito de no volver a pecar.
83. La confesión, que consiste en la acusación
de los pecados hecha delante del sacerdote 4.
La satisfacción, es decir, el cunmplimiento de
ciertos actos de penitencia que el confesor
impone al penitente.
9 Se deben confesar todos los pecados graves aún
no confesados que se recuerden después de un
diligente examen de conciencia.
10La confesión de los pecados graves es el único
modo ordinario de obtener el perdón.
Todo fiel, que haya llegado al uso de razón, está
obliga- do a confesar sus pecados graves al
menos una vez al
año y también antes de recibir la Primera
Comunión.
11La Iglesia recomienda vivamente la confesión de
los pecados veniales aunque no sea
estricta- mente necesaria.
Los obispos y los presbíteros ejercen el poder de
perdonar los pecados en el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo.
12Todo confesor está obligado, sin ninguna
excepción y bajo penas muy severas, a mantener
el sigilo sacra- mental,
esto es, el absoluto secreto sobre los pecados
conocidos en confesión.
13Los efectos del Sacramento de la
Penitencia son 1. La reconciliación con Dios y,
por tanto, el perdón de los pecados 2. La
reconciliación con la Iglesia
145. La paz y la serenidad de conciencia y el
consuelo del Espíritu,
6. El aumento de la fuerza espiritual para
el combate cristiano.
153. La recuperación del estado de gracia, si se
había perdido 4.La remisión de la pena
eterna merecida a causa de los pecados
mortales y, al menos en parte, de las
penas temporales que son consecuencia del
pecado.
16En caso de grave necesidad ( como un inminente
peligro de muerte), se puede recurrir a la
celebración comunitaria de la Reconciliación, con
la confesión general y la absolución colectiva.
17 Haciendo propósito de confesar
individualmente, a su debido tiempo, los
pecados graves ya perdonados de esta forma.
18Las indulgencias son la remisión ante Dios de la
pena temporal merecida por los pecados ya
perdonados en cuanto a la culpa.