Title: Presentaci
1 Ciclo C
Domingo de PENTECOSTÉS
23 de mayo de 2010
Melodía bizantina Estancia pascual
2De todas las naciones
Hechos 2 , 1-11 Al llegar el día de Pentecostés,
estaban todos reunidos en un mismo lugar. De
repente vino del cielo un ruido como el de una
ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la
casa en la que se encontraban. Se les
aparecieron unas lenguas como de fuego que se
repartieron y se posaron sobre cada uno de
ellos quedaron todos llenos del Espíritu Santo y
se pusieron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les concedía expresarse. Había en
Jerusalén hombres piadosos, que allí residían,
venidos de todas las naciones que hay bajo el
cielo. Al producirse aquel ruido la gente se
congregó y se llenó de estupor al oírles hablar
cada uno en su propia lengua. Estupefactos y
admirados decían Es que no son galileos todos
estos que están hablando? Pues cómo cada uno de
nosotros les oímos en nuestra propia lengua
nativa? Partos, medos y elamitas habitantes de
Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia,
Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia
fronteriza con Cirene, forasteros romanos, judíos
y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos
hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.
3SALMO 103
Envía tu Espíritu, Señor,y repuebla la faz de la
tierra
Bendice al Señor, alma míaSeñor, Dios mío,
qué grande eres!Cuántas son tus obras,
Señor!. Todas las haces con sabiduría,la tierra
está llena de tus criaturas.
4Envía tu Espíritu, Señor,y repuebla la faz de la
tierra
Si ocultas tu rostro se estremecen si retiras
tu soplo, expiran y vuelven al polvo. Envías tu
espíritu, los creas, y renuevas la faz de la
tierra.
5Envía tu Espíritu, Señor,y repuebla la faz de la
tierra
Gloria al Señor por siempre,pues el Señor se
alegra por su obras. Ojalá le sea agradable mi
canto! Yo pongo mi alegría en el Señor.
6Rom 8,8-17 Hermanos los que viven sujetos a la
carne, no pueden agradar a Dios. Pero vosotros
no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu,
ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El
que no tiene el Espíritu de Cristo, no le
pertenece mas si Cristo está en vosotros, aunque
el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el
espíritu es vida a causa de la justicia. Y si
el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de
entre los muertos habita en vosotros, Aquel que
resucitó a Cristo de entre los muertos dará
también la vida a vuestros cuerpos mortales por
su Espíritu que habita en vosotros. Así que,
hermanos míos, no somos deudores de la carne para
vivir según la carne, pues, si vivís según la
carne, moriréis. Pero si con el Espíritu hacéis
morir las obras del cuerpo, viviréis. En efecto,
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios
son hijos de Dios. Pues no recibisteis un
espíritu de esclavos para recaer en el temor
antes bien, recibisteis un espíritu de hijos
adoptivos que nos hace exclamar Abbá, Padre!
El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para
dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si
hijos, también herederos herederos de Dios y
coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él,
para ser también con él glorificados.
El Espíritu es nuestra vida
7Aleluya Ven, Espíritu Santo, llena los
corazones de tus fielesy enciende en ellos la
llama de tu amor.
8Jerusalén. El Cenáculo.
Juan 14, 15-16, 23b-26 Si me amáis, guardaréis
mis mandamientos y yo pediré al Padre y os dará
otro Paráclito, para que esté con vosotros para
siempre. Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y
mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos
morada en él. El que no me ama no guarda mis
palabras. Y la palabra que escucháis no es mía,
sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho
estas cosas estando entre vosotros. Pero el
Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre
enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os
recordará todo lo que yo os he dicho.