Title: CONSERVACI
1CONSERVACIÓN PREVENTIVA
2La CONSERVACIÓN PREVENTIVA se debe entender como
un conjunto de acciones tendentes a garantizar la
conservación de los bienes culturales mediante el
control de su entorno inmediato y la implantación
de adecuados programas de mantenimiento y/o
gestión. Por definición, los archivos,
bibliotecas y museos cumplen cuatro funciones
básicas coleccionar, conservar, investigar y
presentar e interpretar sus colecciones. La
conservación es la principal de estas
responsabilidades, pues sin ésta, la
investigación y la presentación son imposibles y
la colección pierde sentido. La conservación es
una técnica al servicio de la preservación.
3La conservación preventiva entraña,
evidentemente, una nueva actitud y una nueva
metodología de tratamiento del patrimonio y los
bienes culturales en los museos archivos y
bibliotecas, y cuyo crecimiento constante se
inserta en el área cercana de ese nuevo sistema
de valores que es la preservación del
patrimonio y en el que ésta (la conservación
preventiva) ejerce un vital protagonismo. Según
Gaël de Guichen en realidad el concepto de
conservación preventiva no es verdaderamente
nuevo. Está en el aire desde hace tiempo, desde
hace mucho tiempo. En el siglo XIX, Adolphe
Napoleón Didron, escribió Conservar lo más
posible, reparar lo menos posible, no restaurar a
cualquier precio, dejando entender que era
necesario intervenir lo menos posible sobre el
objeto para asegurar la autenticidad de su
mensaje.
4Según Philip R. Ward en su artículo La
conservación el porvenir del pasado Los
objetos que preservamos no han sido destruidos
por el tiempo, ya que el tiempo, por sí solo,
rara vez destruye. Por una u otra casualidad
milagrosa han sobrevivido, a menudo por cientos
de años, al fuego, la tempestad y los terremotos,
a las guerras., al robo y el vandalismo pero,
sobre todo, a nuestra propia negligencia.
Frecuentemente, corren más peligro en un edificio
moderno que en ningún otro período de sus vidas
temperaturas variables, exceso o falta de
humedad, radiaciones ultravioletas, insectos,
gases atmosféricos y malos tratos pueden destruir
lo que la naturaleza ha salvado. Los protegemos
contra estos peligros utilizando un conjunto de
técnicas que denominamos conservación.
5Según Gaël de Guichen, la conservación preventiva
requiere un cambio profundo de mentalidad quien
pensaba ayer objeto, hoy debe pensar colecciones
quien pensaba sala, debe pensar edificio quien
pensaba semanas, debe pensar años quien pensaba
persona, debe pensar equipo quien pensaba gasto
a corto plazo, debe pensar inversión a largo
plazo quien pensaba estrecho, debe pensar
amplio quien pensaba en el día a día, debe
pensar programa y prioridades. La conservación
preventiva consiste en tomar un seguro de vida
sobre el porvenir de las colecciones.
6Situados en este ámbito hemos de cuestionar, en
primer lugar, si en la sociedad actual existe un
nivel de conciencia, en cuanto se refiere a la
conservación del Patrimonio Cultural, semejante
al que se da en relación con otros elementos que
definen el entorno humano como puede ser el medio
ambiente natural. La explosión demográfica y la
tendencia mundial hacia la urbanización, la
explotación y el consumo indiscriminado de
recursos naturales no renovables y la falta de
cuidado con los parcialmente renovables se ha
convertido en un grave problema internacional del
que los países y los ciudadanos de estos han
comenzado a tomar conciencia, lo que ha
conllevado a un incremento de la exigencia en su
conservación.
7Llegados a este punto, es preciso hacer
comprender que deben aplicarse los mismos
parámetros de evaluación y esfuerzos de
conservación para todos los elementos que
conforman el entorno de la humanidad y, puesto
que el Patrimonio Cultural es uno de los más
importantes recursos no renovables del mundo, se
precisará un esfuerzo especial para compensar el
desequilibrio existente entre nuestras propias
necesidades y las de su conservación. Para
alcanzar este objetivo resulta imprescindible que
la sociedad conozca y comprenda de qué se está
hablando cuando se habla de Patrimonio Cultural,
qué elementos comprende, cuáles son sus valores y
qué tipo de estrategias se pueden desarrollar
para evitar su deterioro.
8Si en el pasado las teorías de restauración a
menudo enfatizaban tipos específicos de
tratamiento, los conceptos actuales para la
conservación y puesta en valor del Patrimonio
Cultural evitan la reducción simplista a un
conjunto de recetas a aplicar en cada caso
concreto. El concepto de Patrimonio Cultural se
entiende hoy en un sentido más amplio que
lógicamente, ha ampliado también el de su
conservación. En consecuencia las estrategias de
protección específica y de conservación pueden
variar considerablemente de acuerdo con el
contexto y los valores asociados con cada obra o
espacio cultural, sin que ello suponga que los
principios generales de una práctica de
conservación no sirvan como fundamento para la
protección de los bienes culturales.
9La conservación se debe basar, por tanto, en una
clara definición del bien cultural y de la
relación de este con su entorno. Esta definición
es parte del proceso crítico a través del cual se
pretende crear una conciencia del Patrimonio
como parte integral de la sociedad actual,
desarrollando un marco que determine los valores
del bien, estableciendo los objetivos,
prioridades y procedimientos para su gestión y
preparando las orientaciones y directrices para
su presentación e interpretación.
10Observación. Identificación e inspección metódica
del bien de que se trate, examen de la
documentación a él referida, su evolución
histórica y su entorno físico. Estudio.
Definición histórico-crítica y evaluación del
bien y su entorno, con el fin de conocer su
relevancia. Examen. Análisis científico y
diagnóstico de los materiales constitutivos y
del sistema estructural asociado, de los
parámetros ambientales y de los factores de
riesgo, orientado a la conservación. Planificación
. Programas a corto y largo plazo para la
conservación que, definiendo estrategias de
gestión que incluirán inspecciones regulares,
ciclos de mantenimiento y control ambiental,
tengan en cuenta los recursos necesarios.
11Los valores intrínsecos de un bien cultural se
refieren al material, al diseño, a la
conservación y a su localización. Está
constituido por tanto de aquello que es
físicamente parte de él como de su entorno. Un
bien histórico, producto del pasado, ha sufrido
cambios o deterioros ocasionados tanto por el
desgaste natural como por su uso funcional. En
muchos casos el bien ha sufrido modificaciones de
diversos tipos a lo largo del tiempo. Los núcleos
urbanos o determinados edificios singulares
dentro de ellos, como pueden ser las Catedrales,
son un buen ejemplo de esta evolución tipológica
y estilística a lo largo del tiempo. La suma de
estos cambios se convierte en parte de su
carácter histórico y de su esencia. Esta esencia
representa el valor intrínseco del bien es el
soporte de los testimonios históricos y de los
valores culturales asociados, tanto del pasado
como del presente. El objetivo de la conservación
es salvaguardar la calidad y los valores del
bien, proteger su esencia y asegurar su
integridad para las generaciones futuras.
12Los valores extrínsecos de los bienes culturales
pueden ir desde consideraciones de tipo histórico
hasta lo puramente comercial y un mismo bien
puede poseer valores antagónicos que hagan
especialmente difíciles las decisiones relativas
a su conservación y gestión, teniendo además en
cuenta que los juicios de valor suelen cambiar
con el tiempo. En términos generales podemos
hablar de valores culturales y socio-económicos.
La presencia o ausencia de estos valores llevará
a la salvaguarda y conservación de los bienes
culturales o a su abandono y destrucción, de
acuerdo con las circunstancias específicas de una
sociedad determinada.
13De toda esta extraordinaria y compleja
problemática vamos a tratar en este día,
intentando un acercamiento a los principios de la
conservación preventiva. Un programa de
mantenimiento debe seguir ciclos bien
establecidos que describan quién hace qué
trabajo, cómo lo hace y con qué frecuencia. Debe
describir las acciones en términos simples, de
forma que puedan ser interpretadas por cualquier
tipo de personal (limpieza, vigilancia,
reparación, o cualquier persona involucrada en el
mantenimiento del bien cultural). Hasta donde sea
posible las tareas de mantenimiento deben estar
integradas en una rutina programada en términos
temporales (actividades diarias, semanales,
etc.), rutina que debe permitir la flexibilidad
necesaria para hacer frente a los imprevistos que
puedan surgir.
14Una manera de estar preparados para afrontar los
riesgos que los imprevistos suponen puede ser la
de agrupar los problemas en lo que podríamos
denominar como niveles de previsibilidad. Así
podríamos encontrarnos con los siguientes
grupos Problemas cotidianos. Constituyen el
grueso del trabajo necesario para la conservación
del bien a lo largo del período de vigencia del
plan de gestión. Problemas urgentes. Aquellos
que, caso de no ser tratados rápidamente ,
causarán daños o deterioros de importancia.
Problemas de emergencia. Son aquellos que causan
peligro potencial para el bien o para el público
y deben ser considerados prioritarios.
15La prevención es la mejor forma de conservación
si las causas de deterioro pueden ser eliminadas,
o al menos reducidas, se habrá logrado algo muy
valioso, desde todos los puntos de vista. Una
buena estrategia puede evitar en gran medida el
daño y el deterioro, ahorrando así dinero al
evitar costosas operaciones posteriores. Además
habremos evitado una pérdida, aunque sea mínima,
en la integridad del bien cultural, lo que
redundará en beneficio del público que ha de
disfrutarlo ahora y en el futuro. Desgraciadament
e es muy difícil cuantificar este ahorro y, en
consecuencia, es igualmente difícil hacer
entender a quienes tienen la responsabilidad de
administrar el Patrimonio Cultural que deben ver
más allá del mero coste de unos servicios
profesionales cualificados y evitar economías
que, en este campo, sólo redundarán en perjuicio
de la conservación de los bienes culturales.
16Por lo tanto, para realizar una buena
conservación preventiva será imprescindible
elaborar un programa previo de actuación, bien
elaborado y adaptado a los lugares y a las
colecciones a conservar. Las actuaciones de
urgencia y a la desesperada suponen, en la
mayoría de los casos, una actuación tardía que se
aplica ya sobre los daños que la acción
preventiva pretendía evita. Actuar sobre las
causas cuando los efectos o la enfermedad ya han
afectado a los objetos sería tener una concepción
muy terapéutica.
17En general podemos decir, que la conservación
preventiva, poco a poco, se ha creado un espacio
y una identidad en el mundo de la protección del
patrimonio, y ha ido englobando aspectos cada vez
más variados. Por ello, su aplicación práctica
supone una tarea multidisciplinar en la que,
lejos de todo dogmatismo, toda acción debe ir
precedida de un exhaustivo análisis, registro de
datos y control continuado de los sucesivos
resultados, ya que cada intervención es un caso
único y diferente. Por tanto, es imposible
asignar esta tarea a un único responsable o
especialista. Más bien es necesario buscar la
coordinación y articulación de las tareas entre
distintos especialistas y así lograr un verdadero
trabajo de equipo.
18La conservación preventiva es una disciplina
fundamentalmente interactiva. De aquí que la
formación en esta disciplina de los
conservadores, restauradores y técnicos de las
instituciones es imprescindible, una necesidad
urgente y una responsabilidad ineludible.
Crear una conciencia social favorable a estas
líneas de conservación preventiva es uno de los
objetivos de este curso. Del compromiso que la
sociedad sea capaz de establecer con los bienes
culturales que otras generaciones nos han legado
dependerá, absolutamente, su conservación.
19- COMPETENCIAS DE UN ESPECIALISTA EN CONSERVACIÓN
PREVENTIVA. - Conocer los materiales, la tecnología y los
procesos de deterioro de los bienes culturales. - Evaluar el estado de conservación de las
colecciones y ser capaz de crear instrumentos de
visualización de los resultados (gráficas de
tablas, circulares, de áreas, de dispersión, de
columnas...) - Planificar los estudios ambientales (clima, luz,
polución) y establecer estrategias de lucha
contra insectos, microorganismos, etc
20 4. Redactar un plan de intervención en caso de
siniestro con la colaboración de profesionales de
seguridad y del cuerpo de bomberos. Seleccionar
los locales y los tratamientos en caso de
desastre. 5. Seleccionar el material expositivo
y de almacenamiento de las obras de
arte. Ser capaz de realizar también los tests de
estabilidad de los productos del mercado
utilizados en la restauración. 6. Controlar
el mantenimiento del edificio y establecer el
calendario de inspecciones y de limpieza.
7.Elaborar presupuestos.
21 8. Gestionar los espacios y las necesidades de
los departamentos, teniendo en cuenta las
personas y sus actividades. 9. Programar los
movimientos de obras y realizar la gestión de las
condiciones de préstamo. 10. Saber transmitir
las acciones de prevención que se desarrollan en
el interior de la institución así como su
proyección al gran público para sensibilizarlo.
22Todo lo que hemos expresado hasta el momento son
elementos básicos para la labor del conservador
en cualquier institución, ahora bien, queremos
insistir en algo muy importante y esto es en la
sistematicidad de esta labor si no somos capaces
de sistematizar lo que hagamos y a través de esto
mantener vivo el interés de los encargados en
suministrarnos los recursos materiales y
financieros para realizar nuestro cometido,
habremos tirado por la borda una labor que tal
vez nos ha costado años de esfuerzo y desvelos
comenzar de nuevo ya no será tal vez tan sencillo
y en definitiva lo que saldría perdiendo es el
patrimonio
23FACTORES DE DETERIORO Estudios e investigaciones
realizadas por diferentes instituciones en el
mundo y cuyos resultados han sido asumidos por
las principales organizaciones internacionales
que rigen el patrimonio como son el ICOM, ICOMOS
y el ICCROM, han permitido clasificar y agrupar
los principales factores de deterioro, cuyo
conocimiento es imprescindible a la hora de
elaborar las políticas y planes de conservación
de cualquier institución. Estos factores son
241. Fuerzas físicas directas. 2. Robo y
vandalismo. 3. Incendios. 4. Inundaciones y
filtraciones. 5. Biodeterioro. 6.
Contaminación ambiental 7. Iluminación. 8.
Microclima.
25PLAN DE GESTIÓN PLAN INTEGRAL DE CONSERVACIÓN
PREVENTIVA En toda institución, sea grande o
pequeña, debe existir un plan de preservación y
de actuación en caso de desastres.
Lamentablemente esto es algo que tan sólo se da
en el plano teórico, ya que en la práctica, en
nuestro país, bien pocos son quienes lo tienen.
26Un plan integral de preservación debe incluir los
posibles problemas derivados de la estructura del
propio edificio donde está ubicado el archivo o
biblioteca, los derivados de las instalaciones
(agua, electricidad, etc.), la arquitectura y las
instalaciones interiores (depósitos, muebles,
iluminación, control ambiental, etc.). Pero
también debe incluir un plan de actuación en caso
de desastres, que pueden tener distintos
orígenes por una parte, los derivados de la
ausencia de un plan de preservación, y, por otra,
los inducidos por el hombre y por las catástrofes
naturales.
27- Para establecer y redactar un plan integral de
preservación debemos - Crear equipo multidisciplinar (pocas personas)
director, conservador, restaurador, otro
especialista de la institución (archivero,
museólogo, bibliotecario), jefe de seguridad o de
mantenimiento. - Una vez formado el equipo deben repartirse muy
bien las tareas con el fin de hacer un estudio,
previo al plan de preservación , de los posibles
que tiene el archivo, biblioteca o museo. Para
ello revisaremos todo el edificio, tanto su
ubicación como su estructura e instalaciones,
para detectar los problemas.
28Estudio previo para la confección del
plan 1.Ubicación Se establecerá exactamente dónde
y cómo está ubicado el edificio, lo que supone la
obtención de información acerca de las
características del subsuelo, entorno (ríos,
industrias, almacenes de productos inflamables,
etc.). 2.Edificio Establecer los peligros
potenciales, estado de las cubiertas, ventanas,
bajantes de agua, grietas en las paredes,
humedades, etc. 3.Instalaciones Comprobar el
estado de las tuberías de los sistemas
29hidráulicos y sanitarios, instalaciones
eléctricas, sistemas de alarmas contra robo e
incendio y de extinción de incendios y si
existieran los sistemas de climatización. 4.Depósi
tos y mobiliario En los depósitos y almacenes es
donde debemos extremar más todas las
precauciones, por lo que revisaremos
especialmente las instalaciones específicas de
estos lugares o las que pasan por ellos. Debe
establecerse si hay algún tipo de peligro
potencial, concreto, dentro de los depósitos,
como, por ejemplo, que pasen tuberías de agua por
él o que las instalaciones eléctricas estén
defectuosas. Debe comprobarse, asimismo, si el
mobiliario es realmente el adecuado a los
documentos o libros que contienen si
30las estanterías están separadas de las paredes,
si hay algún tipo de condensación encima de
ellas, si se hallan en buen estado, si están
oxidadas o, en el caso de las de madera, si
tienen agujeros producidos por la salida de
insectos, como el comején o si hay otros indicios
de esto. Se controlará también con especial
cuidado la atmósfera interna de los depósitos y
almacenes (T, HR), grado de contaminación,
acumulación de polvo, etc. 5.Personal y
manipulación Deberemos observar si el personal
que trabaja en la institución es el adecuado para
realizar su función y si está informado de cómo
tiene que tratar los documentos y libros, cómo
tienen que ser manipulados para ser servidos al
público, cómo se les debe quitar el polvo, cómo
actuar en caso de que se produzca una rotura de
31 página o de encuadernación, etc., y también de
qué se debe hacer en caso de emergencia y de lo
que no se debe hacer nunca en un depósito de
archivo, biblioteca o museo. 6.Fondos y
colecciones Hemos de establecer claramente cuáles
son los fondos que tenemos en nuestra
institución por ejemplo tipología documental,
riesgo de sufrir daños según sus características
físicas y su estado de degradación uso que se
hace de ellos cuáles son piezas insustituibles,
de gran valor histórico o artístico, y en que
condiciones se hallan (estado de conservación).
327.Recursos Deberá establecerse de que tipo de
recursos disponemos, tanto humanos como
económicos. También deberemos hacer una lista del
material disponible en el edificio en caso de
emergencia, para saber, en caso de necesidad,
donde encontrarlo o quien nos lo puede
facilitar. Una vez realizado el estudio previo,
el equipo de trabajo deberá ordenar los datos
obtenidos, valorar y cuantificar los problemas
detectados y, a partir de estos datos, elaborar
un plan integral de preservación que, por una
parte, contemple cómo resolver los problemas
detectados en los diferentes apartados, y, por
otra, maque las directrices que deben seguirse en
el caso de que se produzca una situación de
emergencia.
33RESOLUCIÓN DE LOS PROBLEMAS DETECTADOS 1.Ubicación
No podemos cambiar la ubicación del edificio,
pero contar con datos precisos nos permitirá
determinar qué medidas preventivas debemos tomar
evitar que los depósitos estén sótanos o pisos
inferiores, poner filtros si está en zona
altamente contaminada, etc. 2.Edificio Es en éste
donde podemos actuar con mayor eficacia. Reparar
los bajantes y cubiertas en mal estado, etc. La
realización de estas reparaciones o cambios puede
suponer costos muy altos, por lo que debemos
establecer un orden de prioridades según las
zonas afectadas y lo que se encuentre en ellas.
343.Instalaciones Es aquí donde se presentan las
mayores dificultades, especialmente en los
edificios antiguos por las instalaciones en
ocasiones muy viejas (eléctricas, hidráulicas,
etc.) y lo difícil en realizar cambios
estructurales. Las soluciones en este terreno son
complejas, pero no imposibles. A menudo tendremos
que realizar los cambios propuestos poco a poco,
en función de la disponibilidad económica, pero
lo más importante es no hacerlo todo de una vez,
sino ser constantes y terminar las reformas
empezadas, aunque nos cueste algunos años
conseguirlo. 4.Depósito y mobiliario Las reformas
necesarias en los depósitos son las
35que se llevarán a cabo en primer lugar. El
depósito siempre tendrá prioridad respecto a
cualquier otra parte del edificio, pues es en él
donde se guardan los objetos (libros, documentos,
objetos, etc.), y es precisamente aquí donde
deberemos tener las mejores condiciones, tanto
estructurales, como ambientales, de instalaciones
y de mobiliario. 5.Personal y manipulación Lo que
debemos y podemos hacer es formar a nuestro
personal tanto para que adquiera estos
conocimientos como para que se sientan parte
realmente integrante de nuestro centro, es decir,
es necesario llevar a cabo una formación
continua, que significará concienciación y
estímulo del personal. Es importante que conozcan
el plan de conservación y el de actuación ante
desastres.
366.Fondos y colecciones Es necesario que se
establezca claramente la tipología documental
desde el punto de vista físico papel, papel
vegetal, tela de plano, papel de periódico,
pergamino, cuero, fotografía, microfilm, etc.-
que tenemos en nuestra institución, para
realizar, posteriormente, una evaluación de su
estado de conservación y el grado de consulta que
sufre, pues hay documentos que son consultados
constantemente, y otros, hace años que duermen en
una estantería. Serán especialistas en esta
materia de la institución, quienes realicen esta
evaluación de los fondos. En caso de no contar
con los especialistas preparados, debe
encargársele este trabajo a especialistas
externos.
37El sistema de trabajo a utilizar pasa por la
utilización de una metodología de diagnóstico, de
la cuál se han desarrollado muchas por diferentes
instituciones, en diferentes países. Nosotros
hemos estado utilizando un método desarrollado
por el Instituto de Historia, mediante el cual
hemos evaluado cuatro fondos y pretendemos ahora
adecuarlo, sobre todo la planilla de toma de
datos, a las características específicas de la
documentación que se encuentra en los archivos
históricos. Es importante que esta metodología
recoja, estado de conservación, unicidad de las
piezas o colecciones, valor histórico,
administrativo o artístico, uso y consulta. Este
plan de conservación comprende tres aspectos
fundamentales establecer un orden de prioridades
sobre cuáles son las piezas que deben ser
restauradas,
38determinar que tipo de protección individualizada
necesitan los fondos (carpetas, fundas, bolsas,
encuadernaciones, etc.), y establecer un plan de
reproducción de los fondos para evitar la
consulta directa de los originales. La amplitud y
alcance de este plan de conservación estarán en
función del tamaño de nuestra institución
(referente al volumen documental), y del tipo de
fondos que alberga. 7.Recursos Una vez tengamos
los datos referentes a los aspectos anteriores,
se procederá a valor cuáles son los recursos
necesarios para implantar el plan de conservación
de nuestra institución.
39PLAN DE EMERGENCIA El plan de actuación en caso
de emergencia deberá contemplar los siguientes
puntos 1.Elección del personal necesario, fijar
las funciones de cada uno, nombrándose un
responsable que deberá conocer al dedillo el plan
de actuación. 2.Elaboración de un listado con los
números de teléfono de las personas que deben ser
avisadas. 3.Elaboración de listado con los
números de teléfonos de los servicios de
emergencia (bomberos, policía, etc.) y de los
lugares donde se pueden obtener determinados
servicios, materiales, etc.
404.Elaborar plano donde estén reflejadas las
salidas de emergencia cuando se implante el plan
de evacuación. 5.Redacción de instrucciones sobre
como deben utilizarse los extintores y alarmas 6.
Elaboración de listado de aquellas piezas
consideradas únicas y cuyo salvamento es
prioritario, debe conocerse la ubicación exacta
de las mismas. Una vez elaborado el plan de
emergencia, le daremos amplia difusión entre el
personal que trabaja en el centro, y procuraremos
que todas y cada una de las personas que trabajan
en él lo conozcan, lo entiendan y sepan
comprender que de él y de su actuación , clara y
precisa, depende la minimización del problema que
se presente. Este plan debe actualizarse cada año.