Title: 17 Tiempo Ordinario -C-
1A Dios nadie lo ha visto nunca el Hijo único
que está junto al Padre nos lo ha dado a
conocer (Jn 1,18)
Y nos ha dicho que podemos llamarle ABBA
Lucas 11,1-13 17 Tiempo ordinario 29 de julio
de 2007
2Un dÃa estaba Jesús orando en cierto lugar.
Cuando acabó, uno de sus discÃpulos le
dijo-Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó
a sus discÃpulos.Jesús les dijo-Cuando oréis,
decid
El camino de Jesús fue un camino de oración.
También debe serlo el nuestro.Lucas muestra a
Jesús orando solo, en grupo, en momentos de
alegrÃa y de crisis. Jesús ofrece un estilo de
oración-vida que implica la confianza absoluta
en Dios y el compromiso personal y comunitario.
3Padre,
Jesús nos hace entrega de su Dios, de su propia
relación con Abbá. Nuestra oración es una
relación de hijos e hijas con su Padre. La
invocación de Dios como Padre es el verdadero
atrevimiento,todo lo demás que digamos no será
más que una consecuencia de ello.
4santificado sea tu nombre
La santidad es el aroma de la cercanÃa de Dios
(Guardini). Decir santificado sea tu nombre es
prestar nuestra voz para queresuene en el mundo
la gloria de Dios, prestar nuestra vida paraque
en ella se transparente el brillo de su
presencia. Mirando a Jesús aprenderemos a
santificar el nombre del Padre, porque nadie
sabe hacerlo como lo hizo Él.
5venga tu Reino
El Reino de Dios es un mundo nuevo en el que el
sufrimiento ha sido abolido,un mundo totalmente
redimido de hombres y mujeres salvados que
conviven bajo el imperio de la paz y en ausencia
de toda relación amo-esclavo. (E.Schillebeeckx).
Pedir que venga el Reino es vivir para hacerlo
realidad.
6danos cada dÃa el pan que necesitamos
Jesús sabe de hambre, de sed, de cansancios y de
cuánto necesitamos el pan. Jesús parece querer
corregir nuestra tendencia a escaparnos con
nostalgiahacia el pasado o ansiosamente hacia el
futuro. Tira de nosotr_at_s hacia elpresente, en el
aquà y ahora, en las personas y acontecimientos
de cada dÃa, está la vida y el don del Padre. Que
el corazón de tod_at_s los que tenemos pan se vuelva
fraterno y creativo para que el pan compartido
llegue a ser una realidad en el mundo.
7perdónanos nuestros pecados,porque también
nosotros perdonamosa todo el que nos ofende
El perdón es otra forma de experimentar el amor.
El EspÃritu de Jesús hace posible que acojamos
el perdón incondicional y gratuito de Dios y nos
convierte en perdonador_at_s de nuestr_at_s herman_at_s.
8y no nos dejes caer en la tentación.
En la última petición Jesús nos remite al terreno
de nuestra fragilidad, nuestra limitación y
debilidad tan necesitadas de la fuerza de Alguien
mayor que nos ayuda a no desfallecer en el
camino de entrega y confianza en el Padre.
9Y añadióImaginaos que uno de vosotros tiene un
amigo y acude a él a media noche, diciendo
Amigo, préstame tres panes, porque ha venido a
mi casa un amigo que pasaba de camino y no tengo
nada que ofrecerle. Imaginaos también que el
otro responde desde dentro No molestes la
puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos ya
acostados no puedo levantarme a dártelos. Os
digo que si no se levanta a dárselos por ser su
amigo, al menos para que no siga molestando se
levantará y le dará cuanto necesite.
La constancia en la llamada, la confianza total
en el Amigo, la seguridad inquebrantable en que
la petición será acogida, consiguen lo que se
necesita.
10Pues yo os digo Pedid, y recibiréis buscad y
encontraréis llamad, y os abrirán. Porque todo
el que pide recibe el que busca encuentra, y al
que llama le abren. Qué padre, entre vosotros,
si su hijo le pide un pez, le va a dar en vez del
pescado una serpiente? O si le pide un huevo, le
va a dar un escorpión? Pues si vosotros, aun
siendo imperfectos, sabéis dar a vuestros hijos
cosas buenas, cuánto más el Padre celestial dará
el EspÃritu Santo a los que se lo pidan?
Jesús nos anima a pedir, a buscar, a llamar
incansablemente animad_at_spor una confianza sin
lÃmites. Lo que no harÃa un padre, una madre, un
amigo, una amiga..., muchomenos lo hará el Padre
que está dispuesto a darnos el mayor bien el
anticipo del Reino, el EspÃritu de Jesús, el
único que nos puede poner en sintonÃa con la
voluntad de Dios y ayudarnos a ser sus testigos.
11Oración del Padre-Madre Hijo mÃo, hija mÃa que
estásen el mundo. Eres mi gloria y en ti está mi
Reino. Eres mi voluntad y mi querer. Tu nombre es
mi gozo cada dÃa. Te amo. Te alzo y sostengo. Te
doy todo lo que es mÃo -el pan, los hermanos y
hermanas, el EspÃritu- Quiero que vivas feliz y
que ayudes a vivir. Te perdono siempre y te pido
que perdones. No temas. Yo te libraré del mal y
de todas sus redes. DÃa y noche pienso en
ti, hijo mÃo, hija mÃa. Amén