Title: 15 Tiempo Ordinario -B-
1La misión anunciar el Reino- es la esencia
del seguimiento de Jesús.
Marcos 6, 7-1315 domingo Tiempo Ordinario B-16
julio 2006
27 Llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos
en dos, dándoles poder sobre los espíritus
inmundos.
Todos somos enviados e invitados a echar los
espíritus inmundos del cansancio, crispaciones,
tristezas, cobardías... , mostrando que la
felicidad es estar apoyados en Jesús, en su
Palabra, en su Vida.
38 Les ordenó que no tomaran nada para el camino,
excepto un bastón. Ni pan, ni zurrón, ni dinero
en la faja. 9 Que calzaran sandalias, pero que no
llevaran dos túnicas.
La austeridad y la pobreza que quiere Jesús
requiere no acumular "bastones, dinero, sandalias
ni túnicas, sentirse más peregrinos que
instalados, sin buscar seguridades ni prestigios
humanos. La pobreza y el desinterés es un
lenguaje que convence y que todo el mundo
comprende. Confiar en los propios medios, en el
propio equipaje más que en la fuerza del mensaje,
hace perder credibilidad.
410 Les dijo ademásCuando entréis en una casa,
quedaos en ella hasta que os marchéis de aquel
lugar. 11 Si en algún sitio no os reciben ni os
escuchan, salid de allí y sacudid el polvo de la
planta de vuestros pies, como testimonio contra
ellos
No se sigue a Cristo porque haya prometido éxitos
y aplausos fáciles, sino por el convencimiento de
que hoy y siempre la vida que él ofrece es la
verdadera liberación y la puerta de la felicidad
auténtica.
512 Ellos marcharon y predicaban la conversión. 13
Expulsaban muchos demonios, ungían con aceite a
muchos enfermos y los curaban.
Lo que nos toca a nosotros es anunciar y
construir el Reino. Si seguimos a Jesús en
nuestra vida de cada día, iremos haciéndonos más
humanos, transformando y mejorando nuestro
entorno y el de los demás.
6Te doy toda mi persona
Te doy mis manos para hacer tu obra. Te doy mis
pies para andar tu camino. Te doy mis ojos para
ver como Tú ves. Te doy mi boca para decir tus
palabras. Te doy mi espíritu para que Tú ores en
mí. Te doy mi corazón, para que puedas amar en mí
al Padre y a toda la humanidad. Te doy toda mi
persona, para que puedas crecer en mí, de manera
que seas Tú quien viva y actúe y ore en mí.
Amén