Title: EL ESP
1EL ESPÍRITU SANTOYEL DÍA DEPENTECOSTÉS
2QUÉ ES EL ESPÍRITU?
Es el Espíritu el viento? -preguntaba al
profesor el alumno distraído-.
No, -era clara la respuesta del Maestro-. Aunque
como la brisa refresca o como el huracán
azota. No hay muros que lo contengan y otras
veces ni se nota. Como el viento no se puede
coger y se escapa entre los dedos donde quiere
sopla o se detiene, pero no, no es el viento.
3Es el Espíritu un fuego? -fue la segunda
pregunta-.
Tampoco, -dijo el Maestro-. Aunque es verdad que
es capaz de hacer saltar del asiento al
cristiano acomodado, que derrite los sentimientos
marchitos y los corazones fríos. Pero no es un
fuego indiscriminado que nos impida acercarnos. A
su paso no sólo quedan cenizas, queda calor y
tibieza, rescoldos y resplandores y por eso han
confundido al fuego con el Espíritu.
4Es el Espíritu un pájaro? -esperaba el alumno
acertar en su pregunta-.
Quizá, -dudó esta vez el Maestro-. Ciertamente
sobrevuela nuestras cabezas e ideas, y, al
aletear, golpea las contraventanas de nuestros
corazones. Como las aves más avispadas, es capaz
de esquivar la más sofisticada escopeta, de
sortear cualquier trampa y de evadirse de la
más segura jaula. Son sus mensajes de paz y de
libertad serena los que han hecho que a veces se
confunda a la paloma y al Espíritu.
5 Entonces, -dijo el alumno- si el Espíritu no es
ni viento, ni fuego,
ni pájaro
6Qué es el ESPÍRITU??
El AMOR, el AMOR y la FUERZA de DIOS.
Y puso punto el maestro.
7- Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos
juntos en el mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido, semejante a un viento impetuoso,
y llenó toda la casa donde se encontraban.
Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que
se repartían y se posaban sobre cada uno de
ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y
comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el
Espíritu Santo les movía a expresarse. - Se hallaban por entonces en Jerusalén judíos
piadosos venidos de todas las naciones de la
tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y
quedaron estupefactos, porque cada uno los oía
hablar en su propia lengua. Todos, atónitos y
admirados, decían - No son galileos todos los que hablan? Entonces
cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra
lengua materna? Partos, medos, elamitas y los que
viven en Mesopotamia, Judea y Capadocia, el Ponto
y Asia, Frigia y Panfilia, Egipto y la parte de
Libia que limita con Cirene, los forasteros
romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes,
todos los oímos proclamar en nuestras lenguas las
grandezas de Dios. - Hechos de los Apóstoles 2, 1-11
8Estaban todos juntos en el mismo lugar. Juntos y
encerrados por miedo a los judíos y a los romanos.
Ruido Signo de la presencia de alguien, en este
caso del Espíritu Santo.
Viento impetuoso Fuerza que nos empuja, nos
anima.
Llenó toda la casa donde se encontraban El
Espíritu Santo nos inunda, nos llena con su
presencia.
Lenguas como de fuego Nos da calor y nos
ilumina, quema todo lo malo y purifica.
Se posaban sobre cada uno de ellos El Espíritu
Santo viene a cada uno de nosotros, está en cada
ser humano.
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo. Una vez
reciben el Espíritu Santo, pierden el miedo a
todo y salen a predicar.
Comenzaron a hablar en lenguas extrañas El
Espíritu Santo y el Evangelio, el Mensaje de
Jesús son para todo el mundo, sin ningún tipo de
distinción.
Proclamar las grandezas de Dios Todo creyente,
tras haber recibido el Espíritu Santo, no puede
quedarse para él la Buena Noticia de Jesucristo.
9Y nosotros, cristianos de nuestros días, llenos
del Espíritu Santo, también hemos de cumplir la
misión que el mismo Jesús nos encomendó
ID POR TODO EL MUNDO Y PREDICAD EL EVANGELIO
Ésta es nuestra MISIÓN, Ésta es la MISIÓN de
la IGLESIA.
10ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el
cielo,Padre amoroso del pobre, don, en tus
dones espléndidos, luz que penetra las
almas, fuente del mayor consuelo.Ven, dulce
huésped del alma,descanso de nuestro
esfuerzo.tregua en el duro trabajo, brisa en
las horas de fuego,gozo que enjuga las
lágrimas,y reconforta en los duelos. Entra
hasta el fondo del alma,divina luz y
enriquécenos. Mira el vacío del hombresi tu le
faltas por dentromira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,sana el corazón
enfermo,lava las manchas, infunde calor de vida
en el hielo,doma al espíritu indómito,guía al
que tuerce el sendero.Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.Por tu bondad y tu
graciadale al esfuerzo su méritosalva al que
busca salvarsey danos tu gozo eterno.
Secuencia de Pentecostés