Title: La Literatura hispanoamericana del siglo xx
1La Literatura hispanoamericana del siglo xx
2Esquema
- Introducción
- La poesía hispanoamericana del siglo XX
- a) Modernismo y Posmodernismo
- b) Vanguardismo
- c) Tras las vanguardias
- La narrativa hispanoamericana del siglo XX
- a) Primeras décadas del siglo
- b) Renovación de la novela
- c) A partir de 1960
3I. Introducción
- Durante el s. XX la producción literaria
hispanoamericana alcanzó gran importancia e
influencia en España y en el mundo. - Siglo especialmente convulso.
- Características de esta literatura
- Mestizaje cultural
- Profundas influencias mutuas con Europa y
Norteamérica
4II. La poesía hispanoamericana del s. XX
- Se distinguen tres etapas
a) MODERNISMO Y POSMODERNISMO
El Modernismo nació como rechazo a la mentalidad positivista y materialista de finales del s. XIX.
Es una continuidad del Romanticismo tardío
Máximo representante RUBÉN DARÍO (1867-1916) Su obra es el referente principal de la poesía española de la época Azul Modernismo exuberante (ambientes exóticos, grandes alardes retóricos, musicalidad) Prosas profanas Modernismo exuberante (mundo de belleza y colorido en estrofas poco usuales en la lirica hispana) Cantos de vida y esperanza (Modernismo intimista amargura)
A raíz del cansancio del Modernismo, surge un deseo de hacer una poesía más sencilla en lo temático (lo cotidiano) y en lo formal (sin adornos), pero siempre hablando de lo americano José Juan Tablada, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni. Se denominó POSMODERNISMO
5EL POETA PREGUNTA POR STELLA Lirio divino, lirio de las Anunciaciones lirio, florido príncipe, hermano perfumado de las estrellas castas, joya de los abriles. A ti las blancas dianas de los parques ducales los cuellos de los cisnes, las místicas estrofas de cánticos celestes y en el sagrado empíreo la mano de las vírgenes. Lirio, boca de nieve donde sus dulces labios la primavera imprime en tus venas no corre la sangre de las rosas pecadoras, sino el ícor excelso de las flores insignes. Lirio real y lírico que naces con la albura de las hostias sublimes, de las cándidas perlas y del lino sin mácula de las sobrepellices Has visto acaso el vuelo del alma de mi Stella, la hermana de Ligera, por quien mi canto a veces es tan triste? Prosas profanas (1896)
6LO FATAL Dichoso el árbol, que es apenas
sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no
siente, pues no hay dolor más grande que el
dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la
vida consciente. Ser y no saber nada, y ser sin
rumbo cierto, y el temor de haber sido y un
futuro terror... Y el espanto seguro de estar
mañana muerto, y sufrir por la vida y por la
sombra y por lo que no conocemos y apenas
sospechamos, y la carne que tienta con sus
frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus
fúnebres ramos, y no saber adónde vamos, ni
de dónde venimos!... Cantos de vida y esperanza
(1905)
7 DEVUELTO A la cara de mi hijo que duerme,
bajan arenas de las dunas, flor de la caña y
la espuma que vuela de la cascada... Y es sueño
nada más cuanto le baja sueño cae a su boca,
sueño a su espalda, y me roban su cuerpo junto
con su alma. Y así lo van cubriendo con tanta
maña, que en la noche no tengo hijo ni nada,
madre ciega de sombra, madre robada. Hasta que
el sol bendito al fin lo baña me lo devuelve
en linda fruta mondada y me lo pone entero
sobre la falda! Gabriela Mistral
8b) Vanguardismo
Al igual que en España, en los años 20, triunfan
los experimentos vanguardistas
MOVIMIENTOS
CREACIONISMO Vicente Huidobro (Chile). El poeta no debe imitar a la naturaleza, sino que ha de crear nuevas realidades
ULTRAÍSMO Jorge L. Borges (Argentina). Uso de metáforas e imágenes ocurrentes, incluye la búsqueda de la esencia de lo argentino
ESTRIDENTISMO Manuel Maples Arce (México). Muy parecido al Futurismo actitud provocadora, canto a lo moderno, negación del pasado cultural
POESÍA PURA Mariano Brull (Cuba). En la línea de J. R. Jiménez. Eliminación de los adornos y búsqueda de la esencia de las cosas
9Dos poetas destacados
- PABLO NERUDA
- (Chile, 1904-1973)
- Literato, político y diplomático
- Ejerció gran influencia en poetas del 27
- Poesía comprometida
- Nobel de Literatura en 1971
- Inicios posrománticos (Veinte poemas de amor y
una canción desesperada, 1924). Luego,
influencias surrealistas (Residencia en la
tierra). Finalmente, cultivó una poesía
comprometida políticamente con el ideario
marxista (Tercera residencia, 1947 Canto
general, 1950)
- CÉSAR VALLEJO
- (Perú, 1892-1938)
- Orígenes humildes, mestizo, marginado
- Poesía sensible hacia la injusticia, el dolor y
la conciencia de clase - Inicios modernistas (Los heraldos negros, 1919),
poco a poco alcanza un estilo personal Trilce
(1922) obra pesimista, dolorida y desolada,
estética muy cercana al vanguardismo. Finalmente,
tendrá influencia del Surrealismo (Poemas en
prosa, poemas humanos)
10 No hay tiempo que perderLos iceberg que
flotan en los ojos de los muertosConocen su
caminoCiego sería el que lloraraLas tinieblas
del féretro sin límitesLas esperanzas
abolidasLos tormentos cambiados en inscripción
de cementerioAquí yace Carlota ojos
marítimosSe le rompió un satéliteAquí yace
Matías en su corazón dos escualos se batíanAquí
yace Marcelo mar y cielo en el mismo
violonceloAquí yace Susana cansada de pelear
contra el olvidoAquí yace Teresa ésa es la
tierra que araron sus ojos hoy ocupada por su
cuerpoAquí yace Angélica anclada en el puerto de
sus brazosAquí yace Rosario río de rosas hasta
el infinitoAquí yace Raimundo raíces del mundo
son sus venasAquí yace Clarisa cara risa
enclaustrada en la luzAquí yace Alejandro antro
alejado ala adentroAquí yace Gabriela rotos los
diques sube en las savias hasta el sueño
esperando la resurrecciónAquí yace AItazor azor
fulminado por la alturaAquí yace Vicente
antipoeta y mago
Altazor V. Huidobro
11 Saudade Estoy solo en el último tramo de la
ausencia y el dolor hace horizonte en mi
demencia. Allá lejos, el panorama maldito. Yo
abandoné la Confederación sonora de su carne!
Sobre todo su voz, hecha pedazos entre los
tubos de la música! En el jardín interdicto
-azoro unánime- el auditorio congelado de la
luna. Su recuerdo es sólo una resonancia entre
la arquitectura del insomnio. Dios mío, tengo
las manos llenas de sangre! Y los aviones,
pájaros de estos climas estéticos, no
escribirán su nombre en el agua del cielo. M.
Maples Arce
12 Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo
no sé Golpes como del odio de Dios como si ante
ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara
en el alma... Yo no sé Son pocos pero son...
Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en
el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de
bárbaros atilas o los heraldos negros que nos
manda la muerte. Son las caídas hondas de los
Cristos del alma, de alguna fe adorable que el
Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son
las crepitaciones de algún pan que en la puerta
del horno se nos quema. Y el hombre... Pobre...
pobre Vuelve los ojos, como cuando por sobre el
hombro nos llama una palmada vuelve los ojos
locos, y todo lo vivido se empoza, como un
charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la
vida, tan fuertes ... Yo no sé. CÉSAR VALLEJO
Los heraldos negros
13Amanece lloviendo. Bien peinada la mañana chorrea
el pelo fino. Melancolía está amarrada y en mal
asfaltado oxidente de muebles hindúes, vira, se
asienta apenas el destino. Cielos de puna
descorazonada por gran amor, los cielos de
platino, torvos de imposible. Rumia la majada y
se subraya de un relincho andino. Me acuerdo de
mí mismo. Pero bastan las astas del viento, los
timones quietos hasta hacerse uno, y el grillo
del tedio y el jiboso codo inquebrantable. Basta
la mañana de libres crinejas de brea preciosa,
serrana, cuando salgo y busco las once y no son
más que las doce deshoras. CÉSAR VALLEJO Trilce
14 Puedo escribir los versos más tristes
esta noche. Escribir, por ejemplo La noche
está estrellada, y tiritan, azules, los astros,
a lo lejos. El viento de la noche gira en el
cielo y canta. Puedo escribir los versos más
tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella
también me quiso. En las noches como ésta la
tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo
el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo
también la quería. Cómo no haber amado sus
grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos
más tristes esta noche. Pensar que no la tengo.
Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa,
más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma
como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor
no pudiera guardarla. La noche está estrellada y
ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos
alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se
contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca. Mi
corazón la busca, y ella no está conmigo. La
misma noche que hace blanquear los mismos
árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos
los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero
cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para
tocar su oído. De otro. Será de otro. Como
antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus
ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto,
pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y
es tan largo el olvido. Porque en noches como
ésta la tuve entre mis brazos, Mi alma no se
contenta con haberla perdido. Aunque éste sea
el último dolor que ella me causa, y éstos sean
los últimos versos que yo le escribo. P.
NERUDA Veinte poemas de amor
15 Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme aquí fui castigado, porque la joya no
brilló o la tierra no entregó a tiempo la piedra
o el grano señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron, encendedme
los viejos pedernales, las viejas lámparas, los
látigos pegados a través de los siglos en las
llagas y las hachas de brillo ensangrentado. Yo
vengo a hablar por vuestra boca muerta. A través
de la tierra juntad todos los silenciosos labios
derramados y desde el fondo habladme toda esta
larga noche como si yo estuviera con vosotros
anclado, contadme todo, cadena a cadena,
eslabón a eslabón, y paso a paso, afilad los
cuchillos que guardasteis, ponedlos en mi pecho
y en mi mano, como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados, y dejadme
llorar, horas, días, años, edades ciegas, siglos
estelares. Dadme el silencio, el agua, la
esperanza. Dadme la lucha, el hierro, los
volcanes. Hablad por mis palabras y mi sangre.
ALTURAS DE MACHU PICHU (C.G.) Sube a nacer
conmigo, hermano. Dame la mano desde la
profunda zona de tu dolor diseminado. No
volverás del fondo de las rocas. No volverás del
tiempo subterráneo. No volverá tu voz
endurecida. No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra, labrador,
tejedor, pastor callado domador de guanacos
tutelares albañil del andamio desafiado
aguador de las lágrimas andinas joyero de los
dedos machacados agricultor temblando en la
semilla alfarero en tu greda derramado traed
a la copa de esta nueva vida vuestros viejos
dolores enterrados.
16c) La poesía tras las Vanguardias
TENDENCIA RASGOS - POETAS
ASIMILACIÓN DE LAS VANGUARDIAS Y REHUMANIZACIÓN Rehumanización por la vía del compromiso político C. Vallejo, P. Neruda
POESÍA NEGRA O AFROANTILLANA Inspirada en las vanguardias y el floklore (neopopularismo) vital y sensual Nicolás Guillén
REHUMANIZACIÓN SIN COMPROMISO POLÍTICO J. Lezama Lima estilo barroco, cercano a Góngora y al 27, temas místicos y trascendentales
ANTIPOESÍA Poesía irónica, prosaica y antirretórica Nicanor Parra
Jorge Luis BORGES (Años 60) Regreso a la actividad poética Poesía conceptista, existencial, metafísica
17OCTAVIO PAZ (México, 1914-1998)
- Figura principal de la poesía tras las
Vanguardias - Considera la poesía como un signo trascendente
(metafísica) - Se adapta a cualquier corriente literaria y
filosófica (inicios modernistas, poeta puro,
influencias surrealistas y existencialistas,
influencias del budismo y pensamiento oriental en
los años 60) - Águila o sol, Semillas para un himno.
18CANTO NEGRO Yambambó, yambambé! Repica el congo
solongo, repica el negro bien negro congo
solongo del Songo baila yambó sobre un pie.
Mamatomba, serembe cuserembá. El negro canta y
se ajuma, el negro se ajuma y canta, el negro
canta y se va. Acuememe serembó,
aé
yambó,
aé. Tamba, tamba, tamba, tamba, tamba del
negro que tumba tumba del negro, caramba,
caramba, que el negro tumba yamba, yambó,
yambambé! N. Guillén Sóngoro cosongo. Poemas
mulatos
19 CRONOS En Santiago de Chile Los días
son
interminablemente
largos Varias
eternidades en un día. Nos desplazamos a lomo de
luma Como los vendedores de cochayuyo Se
bosteza. Se vuelve a bostezar. Sin embargo las
semanas son cortas Los meses pasan a toda
carrera Ylosañosparecequevolaran. NICANOR
PARRA Canciones rusas, 1967. Cochayuyo alga
comestible
20VISITAS A través de la noche urbana de piedra y
sequía entra el campo a mi cuarto. Alarga
brazos verdes con pulseras de pájaros, con
pulseras de hojas. Lleva un río de la mano. El
cielo del campo también entra, con su cesta de
joyas acabadas de cortar. Y el mar se sienta
junto a mí, extendiendo su cola blanquísima en
el suelo. Del silencio brota un árbol de música.
Del árbol cuelgan todas las palabras hermosas
que brillan, maduran, caen. En mi frente, cueva
que habita un relámpago... Pero todo se ha
poblado de alas. O. Paz Semillas para un
himno (1943-55)
21PuebloLas piedras son tiempo El
vientoSiglos de viento Los árboles son
tiempoLas gentes son piedra El vientoVuelve
sobre si mismo y se entierraEn el día de
piedraNo hay agua pero brillan los
ojos Octavio Paz Ladera este
22III. La narrativa hispanoamericana del siglo XX
23a) Primeras décadas del siglo XX
TENDENCIA CARACTERÍSTICAS
PROSA MODERNISTA Desde principios del siglo Atracción por lo decadente Estilo preciosista Horacio Quiroga, Leopoldo Lugones
NOVELA DE LA TIERRA Intenta abandonar el Modernismo Anhelos de encontrar identidad nacional la esencia de lo americano Intento de dominar el hombre la naturaleza R. Gallegos
NOVELA SOCIAL Las distintas circunstancias históricas de las naciones se reflejan en la novela Hay varios tipos
24Tipos de novela social
NOVELA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA Inspirada en los sucesos de esta revolución Técnica realista Mariano AZUELA Los de abajo (1915)
NOVELAS PROLETARIAS Años 30 Reflejan ideales socialistas y comunistas C. VALLEJO El tungsteno (1931)
NOVELA INDIGENISTA Plantea los problemas del colectivo indígena, sus penosas condiciones de vida Novela de denuncia Alcides ARGUEDAS Raza de bronce J. ICAZA Huasipungo Ciro ALEGRÍA El mundo es ancho y ajeno
25 Ya le era imposible dudar de
la verdad del atropello que invadía el cerro.
Llegaban... Llegaban más pronto de lo que él pudo
imaginarse. Echarían abajo su techo, le quitarían
la tierra. Sin encontrar una defensa posible,
acorralado como siempre, se puso pálido, con la
boca semiabierta, con los ojos fijos, con la
garganta anudada. No! Le parecía absurdo que a
él... Tendrían que tumbarle con hacha como a un
árbol viejo del monte. Tendrían que arrastrarle
con yunta de bueyes para arrancarle de la choza
donde se amañó, donde vio nacer al guagua y morir
a su Cunshi. Imposible! Mentira! No obstante, a
lo largo de todos los chaquiñanes del cerro la
trágica noticia levantaba un revuelo como de
protestas taimadas, como de odio reprimido. Bajo
un cielo inclemente y un vagar sin destino, los
longos despojados se arremangaban el poncho en
actitud de pelea, como si estuvieran borrachos,
algo les hervía en la sangre, les ardía en los
ojos, se les crispaba en los dedos y les crujía
en los dientes como tostado de carajos. Las
indias murmuraban cosas raras, se sonaban la
nariz estrepitosamente y de cuando en cuando
lanzaban un alarido en recuerdo de la realidad
que vivían. Los pequeños lloraban. Quizás era más
angustiosa y sorda la inquietud de los que
esperaban la trágica visita. Los hombres entraban
y salían de la choza, buscaban algo en los
chiqueros, en los gallineros, en los pequeños
sembrados, olfateaban por los rincones, se
golpeaban el pecho con los puños --extraña
aberración masoquista--, amenazaban a la
impavidez del cielo con el coraje de un gruñido
inconsciente. Las mujeres, junto al padre o al
marido que podía defenderlas, planeaban y exigían
cosas de un heroísmo absurdo. Los muchachos se
armaban de palos y piedras que al final
resultaban inútiles. Y todo en la ladera, con sus
locos chaquiñanes, con sus colores vivos unos y
desvaídos otros, parecía jadear como una mole
enferma en el medio del valle. (J.ICAZA,
Huasipungo)
26b) Renovación de la novela
- A mediados de siglo se busca cambiar la novela.
- En lo temático, se acentúa la tendencia de
profundizar en lo americano, así como se atiende
a los cambios sociales experimentados. - En lo formal, cambia la técnica realista se
asimilan innovaciones narrativas de las
Vanguardias y de autores europeos. - Se observan distintas tendencias
- - Narrativa metafísica
- - Narrativa existencial
- - Realismo mágico
27NARRATIVA METAFÍSICA
Novelas que presentan preocupaciones por temas trascendentes
José Lezama Lima (Cuba) Lenguaje barroco Múltiples reflexiones metafísicas Paradiso (1966)
Jorge Luis Borges (1899-1986, Argentina) Escribe relatos breves y cuentos Presenta una concepción mágica y fantástica del mundo Referencias clásicas Uso de símbolos Gusto por juegos intelectuales El Aleph (1949) El libro de arena, 1975
28 En la parte inferior del escalón,
hacia la derecha, vi una pequeña esfera
tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al
principio la creí giratoria luego comprendí que
ese movimiento era una ilusión producida por los
vertiginosos espectáculos que encerraba. El
diámetro del Aleph sería de dos o tres
centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí,
sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del
espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo
claramente la veía desde todos los puntos del
universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la
tarde, vi las muchedumbres de América, vi una
plateada telaraña en el centro de una negra
pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi
interminables ojos inmediatos escrutándose en mí
como en un espejo, vi todos los espejos del
planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio
de la calle Soler las mismas baldosas que hace
treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey
Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de
metal, vapor de agua, vi convexos desiertos
ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena,
vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi
la violenta cabellera, el altivo cuerpovi un
astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio
(y la letra me hizo temblar) cartas obscenas,
increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido
a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la
Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que
deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la
circulación de mi propia sangre, vi el engranaje
del amor y la modificación de la muerte, vi el
Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la
tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y
sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían
visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo
nombre usurpan los hombres, pero que ningún
hombre ha mirado el inconcebible
universo. J.L. Borges El Aleph
29NARRATIVA EXISTENCIAL
Algunos novelistas reflejarán problemas y preocupaciones de carácter existencial
JUAN CARLOS ONETTI (Uruguay 1909-1994) Presenta una concepción totalmente pesimista de la existencia humana El astillero (1961)
ERNESTO SÁBATO (Argentina 1911-) Expresa sus preocupaciones sobre los límites del conocimiento racional y el impacto del pensamiento científico en el hombre contemporáneo El túnel (1948) Sobre héroes y tumbas (1961)
30 Fue una espera interminable. No sé
cuanto tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo
anónimo y universal de los relojes, que es ajeno
a nuestros sentimientos, a nuestros destinos, a
la formación o al derrumbe de un amor, a la
espera de una muerte. Pero de mi propio tiempo
fue una cantidad inmensa y complicada, lleno de
cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso
a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar
inmóvil y perpetuo donde María y yo estábamos
frente a frente contemplándonos estáticamente, y
otras veces volvía a ser río y nos arrastraba
como en un sueño a tiempos de infancia y yo la
veía correr desenfrenadamente en su caballo, con
los cabellos al viento y los ojos alucinados, y
yo me veía en mi pueblo del sur, en mi pieza de
enfermo, con la cara pegada al vidrio de la
ventana, mirando la nieve con ojos también
alucinados. (...) A veces volvía a ser piedra
negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro
lado, qué era de ella en esos intervalos
anónimos, qué extraños sucesos acontecían y
hasta pensaba que en esos momentos su rostro
cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y
que quizá había risas cruzadas con otro y que
toda la historia de los pasadizos era una
ridícula invención o creencia mía y que en todo
caso había un solo túnel, oscuro y solitario el
mío, el túnel en que había transcurrido mi
infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de
esos trozos transparentes del muro de piedra yo
había visto a esta muchacha y había creído
ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al
mío, cuando en realidad pertenecía al ancho
mundo, al mundo sin límites de los que no viven
en túneles y quizá se había acercado por
curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había
entrevisto el espectáculo de mi insalvable
soledad.
31REALISMO MÁGICO, LO REAL MARAVILLOSO, REALISMO FANTÁSTICO
- Tendencia más representativa de la novela hispanoamericana
- Pretende romper con el Realismo apareciendo elementos míticos, legendarios, fantásticos, pero presenta tramas verosímiles. De ahí el nombre de Realismo mágico
- Esta técnica se convierte en la mejor manera de expresar la identidad propia americana
MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS (1899-1974, Guatemala) presenta la América maravillosa, la crítica social junto con elementos vanguardistas El Señor Presidente (1946). Nobel en 1967.
ALEJO CARPENTIER (1904-1980, Cuba) teórico de lo real maravilloso, perfecto dominio del lenguaje Los pasos perdidos (1953), El siglo de las luces (1962)
JULIO CORTÁZAR (1914-1984, Argentina) Uno de los grandes renovadores, con claras influencias europeas Rayuela (1963), Historias de cronopios y famas (1962)
JUAN RULFO (1918-1986, Méjico) culminación de la novela de la revolución mejicana de gran intensidad narrativa, depuración estilística y con capacidad de penetración psicológica. Pedro Páramo (1955).
32 Toco tu boca, con un dedo toco el borde
de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi
mano, como si por primera vez tu boca se
entreabriera, y me basta cerrar los ojos para
deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez
la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te
dibuja en la cara, una boca elegida entre todas,
con soberana libertad elegida por mí para
dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un
azar que no busco comprender coincide exactamente
con tu boca que sonríe por debajo de la que mi
mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada
vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope,
nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se
agrandan, se acercan entre sí, se superponen y
los cíclopes se miran, respirando confundidos,
las bocas se encuentran y luchan tibiamente,
mordiéndose con los labios, apoyando apenas la
lengua en los dientes, jugando en sus recintos
donde un aire pesado va y viene con perfume viejo
y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse
en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad
de tu pelo mientras nos besamos como si
tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de
movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos
mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en
un breve y terrible absorber simultáneo de
aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay
una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y
yo te siento temblar contra mí como una luna en
el agua. J. Cortázar, Rayuela
33 Vine a Comala porque me dijeron que
acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre
me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo
en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en
señal de que lo haría pues ella estaba por
morirse y yo en un plan de prometerlo todo. No
dejes de ir a visitarlo -me recomendó-. Se llama
de este modo y de este otro. Estoy segura de que
le dará gusto conocerte. Entonces no pude hacer
otra cosa sino decirle que así lo haría, y de
tanto decírselo se lo seguí diciendo después que
a mis manos les costó trabajo zafarse de sus
manos muertas. (...) Yo imaginaba ver aquello a
través de los recuerdos de mi madre de su
nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre
vivió ella suspirando por Comala, por el retorno
pero jamás volvió. Traigo los ojos con que ella
miró estas cosas. (...) Me enterraron en tu
misma sepultura y cupe muy bien en el hueco de
tus brazos. Aquí en este rincón donde me tienes
ahora. Sólo se me ocurre que debería ser yo la
que te tuviera abrazado a ti. Oyes?. Allá afuera
está lloviendo. (...) Tengo la boca llena de ti,
de tu boca. Tus labios apretados, duros como si
mordieran oprimidos mis labios... Trago saliva
espumosa mastico terrones plagados de gusanos
que se me anudan en la garganta y raspan la pared
del paladar... Mi boca se hunde, retorciéndose en
muecas, perforada por los dientes que la taladran
y devoran. La nariz se reblandece. La gelatina de
los ojos se derrite. Los cabellos arden en una
sola llamarada. RULFO Pedro Páramo
34C) LA NOVELA DESDE 1960
- Gran difusión internacional boom de la novela
hispanoamericana. - Sigue las tendencias renovadoras de mediados de
siglo XX. - Se difunden los nuevos autores junto con los
anteriores intereses comerciales de editoriales - Las novelas presentan una perfecta asimilación de
las innovaciones técnicas junto con la tradición
hispana y española.
35Autores destacados
- GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (Colombia,1928-)
- Novelista más conocido y difundido
- Premio Nobel de Literatura en 1982.
- Periodista y novelista
- Muestra una gran capacidad narrativa, mezcla lo
real con lo maravilloso, funde mito e Historia. - - El coronel no tiene quien le escriba (1961), La
mala hora (1962), Cien años de soledad (1967),
Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor
en tiempos del cólera (1985), Noticia de un
secuestro (1996)
36 José Arcadio Buendía, que era el
hombre más emprendedor que se vería jamás en la
aldea, había dispuesto de tal modo la posición de
las casas, que desde todas podía llegarse al río
y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó
las calles con tan buen sentido que ninguna casa
recibía más sol que otra a la hora del calor. En
pocos años, Macondo fue una aldea más ordenada y
laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta
entonces por sus trescientos habitantes. Era en
verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de
treinta años y donde nadie había muerto.
(...) Vio una mujer vestida de oro en el cogote
de un elefante. Vio un dromedario triste. Vio un
oso vestido de holandesa que marcaba el compás de
la música con un cucharón y una cacerola. Vio a
los payasos haciendo maromas en la cola del
desfile, y le vio otra vez la cara a su soledad
miserable cuando todo acabó de pasar, y no quedó
sino el luminoso espacio en la calle, y el aire
lleno de hormigas voladoras, y unos cuantos
curiosos asomados al precipicio de la
incertidumbre. Entonces fue el castaño, pensando
en el circo, y mientras orinaba trató de seguir
pensando en el circo, pero ya no encontró el
recuerdo. Metió la cabeza entre los hombros, como
un pollito, y se quedó inmóvil con la frente
apoyada en el tronco del castaño. (...) En aquél
Macondo olvidado hasta por los pájaros, dónde el
polvo y el calor se habían hecho tan tenaces que
costaba trabajo respirar, recluidos por la
soledad y el amor y por la soledad del amor en
una casa dónde era casi imposible dormir por el
estruendo de las hormigas coloradas, Aureliano y
Amaranta Úrsula eran los únicos seres felices, y
los más felices sobre la tierra. Cien años
de soledad
37Terminaron por conocerse tanto, que antes de los
treinta años de casados eran como un mismo ser
dividido, y se sentían incómodos por la
frecuencia con la que se adivinaban el
pensamiento sin proponérselo, o por el accidente
ridículo de que el uno se anticipara en público a
lo que el otro iba a decir. Habían sorteado
juntos las incomprensiones cotidianas, los odios
instantáneos, las porquerías reciprocas y los
fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad
conyugal. Fue la época en que se amaron mejor,
sin prisa y sin excesos, y ambos fueron mas
conscientes y agradecidos de sus victorias
inverosímiles contra la adversidad. La vida había
de depararles todavía otras pruebas mortales, por
supuesto, pero ya no importaba estaban en la
otra orilla. El amor en tiempos del cólera
38Autores destacados
- CARLOS FUENTES
- (Méjico, 1928-)
- Heredero de la novela de la revolución
- Incluye elementos renovadores y referencias
culturales - La muerte de Artemio Cruz (1962), Gringo viejo
(1985)
- M. VARGAS LLOSA
- (Perú, 1936-)
- Mucho éxito, Nobel en 2010
- Grandes dotes narrativas y uso de múltiples
técnicas innovadoras autobiografismo, fabulación
y realismo crítico - La ciudad y los perros (1962), Conversación en la
catedral (1969(
39 Paul Morand, con quien compartí
varias veces la piscina del Automobile Club de
France en la Place de la Concorde, me decía que
en su testamento había dejado dispuesto que su
piel fuese utilizada como maleta a fin de seguir
viajando eternamente. Venecia o las Venecias, en
plural- era una de las ciudades preferidas de
este autonombrado viudo de Europa. Venecia, más
que una ciudad, era para Morand la confidente de
su alma silenciosa, el retrato de un hombre en
mil Venecias diferentes. Yo, que viví medio año
frente a la Chiesa de San Bastian decorada por
Veronese en esa mitad de las Venecias que es el
Dorsoduro, siento a la Venecia como una ciudad
que requiere ausencias para conservar su gloria,
que es la del asombro. Tenemos los humanos una
capacidad constante para convertir la maravilla
en la rutina. Cuando me di cuenta de que
atravesaba San Marco sin mirar nada más que la
punta de mis zapatos, me fui de la costumbre para
recuperar el asombro y recordar y escribir a
Venecia como la ciudad donde ninguna huella de
pisadas queda sobre la piedra o el agua. En ese
lugar de espejismos, no hay cabida para otro
fantasma que el tiempo, y sus huellas son
insensibles. La laguna desaparecería sin piedra
que reflejar y la piedra sin aguas donde
reflejarse. Poco pueden, he pensado, los cuerpos
pasajeros de los hombres contra este
encantamiento. Poco importa que seamos sólidos o
espectrales. Igual da. Venecia toda es un
fantasma. No expide visas de entrada a favor de
otros fantasmas. Nadie los reconocería por tales
aquí. Y así, dejarían de serlo. Ningún fantasma
se expone a tanto. C. Fuentes En esto creo
40 Había mucho tráfico. El chofer,
maniobrando, consiguió abrirse paso entre una
guagua con racimos de gente colgada de las
puertas y un camión. Frenó en seco, a pocos
metros de la gran fachada de cristales de la
ferretería Reid. Al saltar del taxi, con el
revólver en la mano, Antonio alcanzó a darse
cuenta que las luces del parque se encendían,
como dándoles la bienvenida. Había limpiabotas,
vendedores ambulantes, jugadores de rocambor,
vagos y mendigos pegados a las paredes. Olía a
fruta y frituras. Se volvió a apurar a Juan
Tomás, que, gordo y cansado, no conseguía correr
a su ritmo. En eso, estalló la balacera a sus
espaldas. Una gritería ensordecedora se levantó
alrededor la gente corría entre los autos, los
carros se trepaban a las veredas. Antonio oyó
voces histéricas Ríndanse, carajo!. Están
rodeados, pendejos! Al ver que Juan Tomás,
exhausto, se paraba, se paró también a su lado y
comenzó a disparar. Lo hacía a ciegas, porque
caliés y guardias se escudaban detrás de los
Volkswagen, atravesados como parapetos en la
pista, interrumpiendo el tráfico. Vio caer a Juan
Tomás de rodillas, y lo vio llevarse la pistola a
la boca, pero no alcanzó a dispararse porque
varios impactos lo tumbaron. A él le habían caído
muchas balas ya, pero no estaba muerto. No estoy
muerto, coño, no estoy. Había disparado todos
los tiros de su cargador y, en el suelo, trataba
de deslizar la mano al bolsillo para tragarse la
estricnina. La maldita mano pendeja no le
obedeció. No hacía falta, Antonio. Veía las
estrellas brillantes de la noche que empezaba,
veía la risueña cara de Tavito y se sentía joven
otra vez. Vargas Llosa La fiesta del chivo