El gusto de vivir

1
El gusto de vivir
2
Hay demasiada gente que llega al fin de semana
cansada, con cierta amargura y desazón. No
cansados y contentos, sino agotados y hartos.
Y no parece que sea tanto por el exceso de tarea
cuanto por el déficit de sentido en lo que
hacen.
3
No nos damos cuenta de que solo Dios es Dios y
que nosotros no somos Dios. Es agotador ser
Dios.
4
Felices los que saben reírsede sí mismos,

• porque nunca terminarán de divertirse.

5
Felices los que saben distinguir una montaña de
una piedrecita,

• porque evitarán muchos inconvenientes.

6
Felices los que saben escuchar y callar,

• porque aprenderán cosas nuevas.

7
Felices los que son suficientemente
inteligentescomo para no tomarse en serio,

• porque serán apreciados
• por quienes los rodean.

8
Felices los que están atentosa las necesidades
de los demássin sentirse indispensables,

• porque serán distribuidores de alegría.

9
Felices los que saben mirar con seriedadlas
cosas pequeñasy con tranquilidad las cosas
grandes

• porque irán lejos en la vida.

10
Felices los que saben apreciar una sonrisay
olvidar un desprecio,
porque su camino será pleno de sol.
11
Felices los que piensan antes de actuary rezan
antes de pensar,

• porque no se turbarán por lo imprevisible.

12
Felices si saben callar y ojalá sonreírcuando se
les quita la palabra,se los contradice o cuando
les pisan los pies,

• porque el Evangelio
• comienza a penetrar en su corazón.

13
Felices si son capaces de interpretarsiempre con
benevolencialas actitudes de los demás,aún
cuando las apariencias sean contrarias.

• Pasarán por ingenuos,
• es el precio de la caridad.

14
Felices, sobre todo, si saben reconocer al
Señor en todo lo que encuentren,
Texto Santo Tomás Moro
entonces habrán hallado la paz, la verdadera
sabiduría.
15
El endiosamiento y la falta de adoración es una
de las fuentes de agotamiento en la misión. En
lugar de colaborar con Dios en la misión que él
nos da, tratamos pretenciosamente de
sustituirle.
Juan Antonio Guerrero SJ
16
De una manera misteriosa, Dios actúa a
través de nosotros y en nosotros. A pesar de
nuestras limitaciones, de las que somos
conscientes, la bondad que hay en nosotros se
abre paso.
Al estar con Él aprendemos a asemejarnos a Él,
pastor, amigo, compañero fiel. (Agua de la Roca
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