Title: Diapositiva 1
13ª Etapa Nizza Monferrato
y os he destinado para que vayáis y deis
fruto, y que vuestro fruto permanezca (Jn 15,
16).
2El Instituto Nuestra Señora de las Gracias fue
fundado por San Juan Bosco en 1877, encima de
las ruinas de un viejo convento de Hermanos
Menores Observantes.
Así se convirtió en Casa Madre de las Hijas de
María Auxiliadora, centro propulsor de vida y de
bien, y Madre Mazzarello sintió que ésta será
una casa bien distinta de las otras y que
decidirá grandes cosas.
3María Dominica Mazzarello vivio de 1878 a
1881. Son los años en que alcanza la plenitud de
la santidad.
A su muerte, María D. Mazzarello, el alba de un
sábado, vigilia de la novena de María
Auxiliadora, deja 166 Hermanas y 26 Casas en dos
Continentes!
4Poco más de dos años y la casa de Nizza es
COMUNIDAD EDUCATIVA, que vive y testimonia el
Evangelio educando y educándose.
5En la formación de las alumnas, S. María
Mazzarello requería la intervención de las otras
educadoras valorando sus dotes y el compromiso,
aún no renunciando a una continua y decidida
instancia hacia realizaciones educativas cada vez
más válidas.
6En Mornese y en Nizza, los valores y las opciones
que caracterizaban los compromisos apostólicos
rimaban día a día el itinerario formativo de cada
persona y de toda la comunidad. Quien entraba
allí percibía la comunicación de los valores que
se vivían y experimentaba la fuerza de incidencia.
7Los esfuerzos de las FMA están todos orientados a
hacer el mayor bien posible a las jóvenes. La
formación integral de las jóvenes se persigue con
responsabilidad y unidad de intenciones por parte
de todas las FMA y de las otras presencias
adultas que colaboran en la misma misión según la
peculiaridad de su tarea.
8Las ocupaciones eran distintas pero, guiadas por
un mismo fin, convergían todas en las obras de la
casa y el bien general del Instituto. Tanto la
que cavaba en la huerta como la que remendaba la
ropa, se interesaba por las alumnas y por la
formación de las postulantes y de las novicias,
no menos que las maestras y asistentes y ofrecía
por ellas, en unidad de espíritu, su propio
trabajo.
9La continua presencia de las educadoras en medio
de las muchachas es rica de confianza y
optimismo, actitudes que favorecen la creación de
relaciones familiares, sencillas y serenas.
Las hermanas, sea cual fuere la tarea, comparten
con las muchachas la experiencia del estudio, el
trabajo, la oración, el recreo. Esto alimenta en
las alumnas el sentido de pertenencia y el
compartir la vida y los objetivos de la comunidad.
10Como afirman las Constituciones La dimensión
misionera elemento esencial de la identidad del
Instituto y expresión de su universalidad está
presente en nuestra historia desde los orígenes
11La llamada A ti te las confío, que cambió la
vida de María Dominica Mazzarello sigue
resonando a lo largo de la historia de nuestras
comunidades y dando a cada FMA, a cada comunidad
educativa respiro de universalidad.
12Tener un corazón grande y generoso comportaba
para María Dominica y para las primeras FMA
sensibilidad educativa, intuición de las
necesidades sociales y eclesiales, atrevimiento y
audacia al responder a los retos de la educación
de la mujer.
13Si miramos a los orígenes, a las comunidades de
Mornese y de Nizza percibimos como la santidad
tiene un rostro misionero.
Las circunstancias exigían que la educación se
actuara no sólo a través de los caminos de la
asistencia y de la recuperación, ni sólo de la
formación religiosa, sino a través de la
mediación de la cultura, del estudio, de la
formación de ciudadanas honradas y responsables.
14Por eso la primera comunidad se abre muy pronto a
la lógica incómoda del cambio y del éxodo, de la
preparación a nivel pedagógico y didáctico, y se
muestra flexible y audaz en el coraje de la
movilidad que la lleva a encontrar nuevos caminos
de inculturación del Evangelio a través de la
educación integral de la persona.
15Nuestro ser misioneras y misioneros no comporta
siempre el ir a tierras lejanas, sino abrir los
ojos para conocer situaciones que a menudo están
detrás de la puerta de casa es dejarse implicar
por el fenómeno de la movilidad humana y por los
retos que conciernen sobre todo a los niños, a
las niñas y a las mujeres buscar caminos de
solución y ponerse en red.
16Sabemos que no estamos solos. La certeza de
poder contar con la presencia de muchas fuerzas,
que miran al mismo objetivo de hacer crecer la
vida y volver a encender la esperanza, anima y
multiplica las energías. (Madre Antonia Colombo
Roma, Verifica Triennale 2006)