Title: Diapositiva 1
1Hoy más que nunca Dios en la Virgen María sigue
bendiciendo a Venezuela
Una vez leí algo extraordinario de Gandhi. Por
el racismo fue humillado. Le expulsaron de un
tren por el color de su piel y se sintió tan mal
que estuvo toda la noche sentado en el andén de
la estación pensando qué hacer. Su primera
respuesta fue la ira. Estaba tan enfadado que
deseaba la justicia del ojo por ojo Deseaba
responder con violencia a las personas que lo
humillaron. Pero se detuvo y pensó no está bien.
Eso no le iba a favorecer.
La segunda respuesta fue regresar a la India y
vivir entre su gente con dignidad. Lo descartó
diciendo No puedes huir de los problemas. Tienes
que quedarte y enfrentarse a ellos. La tercera
respuesta la de las acciones no violentas. Desde
ese momento desarrolló la filosofía de la no
violencia y la practicó en su vida. Además de
buscar la justicia, se quedó veintidós años en su
país para liderar después el movimiento en la
India.
2 Cuando uno reza o busca a Dios es para aceptar y
cambiar. No se trata de cruzarse de brazos y
dejar que Dios lo haga todo. La oración libera.
Hace sacar fuerzas y alborota las ganas de hacer
algo. De ahí que haya gente que no le guste orar
porque no le permite quedarse en lamentaciones o
culpando a otros de lo sucedido.
Al igual que Gandhi debemos empezar desde
adentro. Aceptación gradual de lo que nos
mortifica o nos produce angustia. Al aceptarlo
nos mueve y al hacerlo, buscamos soluciones. Nada
con acomodos o ventas tempranas como al mejor
postor. Nada de eso. Al enfrentar la situación y
al aceptarla me convierto en dueño de la
situación. Empiezo a leer, escribir, hablar y a
escuchar. Ese Escuchar es la clave. Bien lo dice
Jesús de Nazaret Debemos saber discernir los
signos de los tiempos Es decir, que hay un
acontecimiento que a cada instante nos enseña.
Al escuchar se va viendo con mayor claridad y doy
paso a la realidad y al verla tal como es la
acepto, la apruebo y busco las soluciones mas
acordes con la realidad.
Hoy es el mejor día para empezar. P. Marcelo