Title: Diapositiva 1
1Para Salvarte
P. Jorge Loring
Noveno Mandamiento de la Ley de Dios
(No consentirás pensamientos ni deseos impuros)
2Este Mandamiento completa al sexto Mandamiento
que dice " No cometerás actos impuros" y se
refiere a los pecados contra la castidad
pensamientos y deseos incluye los deseos
deshonestos y la complacencia de las malas
acciones, se hayan cometido, o no se piense en
cometerlas. Nuestra moral cristiana exige
coherencia entre la voluntad y la actitud
externa, (Antonio Tapies "Nuestra salvación",
1a. I, 28. Barcelona). Quien sinceramente desea
evitar un acto prohibido, debe evitar el camino
que lleva a él.
3Dijo Jesucristo "El que mira a una mujer casada
deseándola, ya cometió adulterio con ella en su
corazón", (Mt. 5, 28).
Dentro del matrimonio, son lícitos los deseos a
los que tienen derecho ambos cónyuges en el
noviazgo, la pareja puede desear que llegue el
día de su matrimonio.
Para que haya pecado es necesario desear o
recrearse, voluntariamente, en lo que está
prohibido hacer.
No peca quien involuntariamente tiene malos
pensamientos, imaginaciones o deseos.
4Sentir Vs. Consentir
El hecho de "sentir" no depende tanto de nosotros
como el hecho de "consentir". Por esto, pecamos
al "consentir". Siente el cuerpo, consiente el
alma. El que peca es el cuerpo, no el alma.
Cuando rechazamos un pensamiento, por más que
éste se reitere y nos acose, por el sólo hecho de
rechazarlo, no pecamos. Y por la lucha que le
presentemos a ese pensamiento, Dios nos mirará
con Su infinito agrado y amor.
5Un mal pensamiento debe ser reemplazado por uno
bueno distraernos ocupar la mente en algo
concreto y diferente de lo que nos está
perturbando.
Siempre, lo mejor a hacer es, PRIMERAMENTE,
acudir brevemente a Dios o a la Santísima Virgen
María para pedirles que nos ayuden en este
momento de prueba, y luego, debe venir la
distracción a través de la atención a otra cosa
que nos ocupe la mente. Debemos cuidarnos de
las tentaciones aclara Santiago Apóstol "Nadie,
al ser tentado, diga que Dios lo tienta Dios no
puede ser tentado por el mal, ni tienta a nadie,
sino que cada uno es tentado por sus malos
deseos, que lo atraen y seducen. De ellos nace el
pecado, y éste, una vez cometido, engendra la
muerte", (Sant. 1, 13-15).
6Nos dice el Catecismo, (Texto Nacional Tercer
Grado, lección 33) "Muchas veces circunstancias
exteriores, como las malas conversaciones, las
lecturas peligrosas, las diversiones, los
espectáculos deshonestos y la televisión,
suscitan imaginaciones, pensamientos o deseos de
cosas impuras. En estos casos, el primer
recurso es huir de aquellas circunstancias" y
concluye diciendo que quien voluntariamente se
expone al peligro o a consentir en pensamientos o
deseos malos, comete pecado grave.
7Sintetizando
Contra el noveno Mandamiento de la Ley de Dios,
que dice "No consentirás pensamientos ni deseos
impuros", son considerados pecados graves los
malos pensamientos y deseos, si se han consentido
complaciéndose en ellos voluntariamente. El
sexto Mandamiento prohíbe los pensamientos,
palabras y obras en materia torpe, o sea, cosas
deshonestas, ya solitariamente, ya en complicidad
con cualquiera de los dos sexos. El noveno
Mandamiento prohíbe toda la materia contenida en
el sexto Mandamiento pero cuando están de por
medio personas casadas, es decir, cuando el que
peca está casado o, si se halla soltero, comete
el pecado torpe de pensamiento, palabra y obra
con otra persona que está ligada en matrimonio.
"No desear la mujer de tu prójimo" manda
respetar la fidelidad y la santidad del
matrimonio. Y, si bien menciona a "la mujer",
sepamos que, las mujeres tampoco podemos desear
maridos ajenos estemos solteras o casadas.