Title: SAN JOS
1SAN JOSÉ
Contar para Recordar
Esta historia está escrita, y si contada, debe
serlo respetuosamente, pues se trata de el San
José. Hace alrededor de año, en la Bodega de
Rezagos del SSMN encontré una estatua de San
José, con Jesús en sus brazos, abandonada entre
muebles clínicos mayores y menores y equipos
destruidos, en desuso. San José presentaba
múltiples lesiones superficiales cuya
distribución indicaban la acción traumática de
varios agentes desde distintas direcciones. La
lesión principal estaba en la extremidad superior
derecha que tenía una amputación 5 cms. Por
encima de la articulación radiocarpiana de ese
lado. La mano y parte inferior del antebrazo, lo
encontré algunos días después. El tiempo
transcurrido y los bordes anfructuosos impedían
una reimplantación directa, que en todo caso,
requería de hospitalización. Con otros
funcionarios, decidimos hacer el difícil traslado
con los medios y métodos habituales a nuestro
alcance inmediato, comprobando de ese modo que
Santos y Pecadores son acogidos sin
diferencias. Una tarde fría , de lluvia, en una
camilla, tapado y asegurado fue subido a una
ambulancia y sin estridencia llevado al San
José. El Patrono del San José, maltrecho, en una
camilla y en ambulancia regresaba a su hospital.
2 El símbolo no requiere elaboración. La camilla
sin acuerdo previo fue rodada rápidamente, sin
detención en la portería, como de Urgencia,
hacia el patio central del Antiguo Hospital San
José. No olvidaré el asombro y reprobación del
personal de portería y otro cuando nos vieron
ponerlo de pie, a la intemperie. Un llamado que
se mantuvo por años de significado doble, por lo
menos, decía démosle una mano a San José. Días
más tarde fue agregada una frágil alcancía de
cartón, que era reemplazada por otras similares
a plazos impredecibles. Enfermos o familiares
agradecidos, o esperanzados, materializaban esos
sentimientos. Ignoro cuántas fueron, o cómo
rodaron esas pequeñas monedas. No tiene mayor
importancia. Porque lo real, es que san José
tiene, ahora, sus dos buenas manos de carpintero
y una túnica que es la antigua bien remendada.
Además, también, tiene un gran edificio
bueno. Esta historia, por ser verdadera, no debe
provocar más que una sonrisa amable o una
repetición respetuosa. San José, hoy día está,
donde debe estar en la puerta principal, a la
izquierda, desapercibido. Dr. Jorge Sanhueza
Cruz Ex Jefe Servicio Medicina Hospital San José