La Misericordia de Dios

1
La Misericordia de Dios
Sed misericordiosos como también vuestro Padre es
misericordioso
Lc 6, 36
2
La suprema misericordia no nos abandona ni aún
cuando la abandonamos.
San Gregorio Magno
3
Como nuestros pecados nos impiden en ocasiones
dirigirnos a El, viene El a nosotros viene a
sembrar su palabra misericordiosa, y lo hace
copiosamente.
San Juan Crisóstomo
4
Por indignos que seamos, Dios suscita en nuestra
alma santas inspiraciones, nos alumbra en la
ceguedad en que nos tiene envueltos la
ignorancia, y nos enseña y corrige con amor.
Casiano
5
Te ves indigno de que Dios te oiga... Pero, y
los méritos de María? Y las llagas de tu Señor?
Y... acaso no eres hijo de Dios? Además, El te
escucha porque es bueno, porque su misericordia
permanece siempre.
San Josemaría Escrivá
6
Mi único mérito es la misericordia del Señor. No
seré pobre en méritos mientras El no lo sea en
misericordia. Y aunque tengo conciencia de mis
muchos pecados, sé que donde abunda el pecado,
sobreabunda la gracia.
San Bernardo
7
No dudéis del perdón, pues por grandes que sean
vuestras culpas, la magnitud de su misericordia
perdonará, sin duda, la enormidad de vuestros
muchos pecados.
San Jerónimo
8
El nos ha prometido el perdón de los pecados y
no puede faltar a su palabra, ya que, al
enseñarnos a pedir en el Padre nuestro que sean
perdonados nuestras ofensas, nos promete a cambio
su perdón.
San Cipriano
9
Oh Dios, cuya Misericordia es infinita y cuyos
tesoros de compasión no tienen límites, míranos
con Tu favor y aumenta Tu Misericordia en
nosotros, para que en nuestras grandes ansiedades
no desesperemos, sino que siempre, con gran
confianza, nos conformemos con Tu Santa Voluntad
que es el Amor y la Misericordia misma. Amén.