Cuaresma

1
(No Transcript)
2
Job es uno de los libros del Antiguo Testamento,
y el personaje principal del mismo. En la
Biblia Hebrea Salmos, Proverbios y Job siempre
están juntos. Los tres libros forman parte de
la Hagiografa (Kethubim- Libros de la Biblia
escritos por inspiración divina). Ni el autor
del libro es conocido, ni el período en que fue
escrito puede ser exactamente determinado. Es
anterior a Ezequiel. Se sostiene que se han
encontrado alusiones a Job en Isaías, Amós,
Lamentaciones, algunos de los Salmos y
especialmente Jeremías.
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Muchos miran el contenido completo del libro como
una parábola libremente inventada, sin embargo
todos los Padres y los comentadores Católicos,
sostienen que Job ha existido realmente y que su
personalidad ha sido preservada por la tradición
popular. Nada en el texto hace necesario dudar
de su existencia histórica, al cual se han unido
muchas adiciones imaginativas.
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Lo relatado por el poeta en el prólogo en prosa
y en el epílogo es principalmente histórico
las personas del héroe y sus amigos la región
donde vivió su buena fortuna y sus virtudes
la gran desventura que le sobrevino y la
paciencia con que la soportó la restauración de
su prosperidad. Se debe aceptar que Job y sus
amigos discutieron sobre el origen de sus
sufrimientos, y mientras lo hacían, se
expresaron puntos de vista similares a los que el
poeta pone en boca de sus protagonistas.
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Los detalles de la ejecución, la forma poética,
el arte demostrado en el arreglo de los
argumentos en la discusión son, de todas formas,
la creación libre del autor. Las imágenes que
expresan la salud de Job antes y después del
juicio están rodeadas de imaginación.
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También en la narración del infortunio es
imposible no reconocer una concepción poética
que no necesita ser considerada como
estrictamente histórica.
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La escena en el Cielo está llena de alegoría que
muestra que la Providencia de Dios guía el
destino del hombre (cf. Santo Tomás, En Job).
La manifestación de Dios recibe generalmente una
interpretación literaria de los comentadores. De
todos modos, Santo Tomás remarca que también
puede ser tomada metafóricamente como una
revelación interna recibida por Job.
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Aparte del prologo y el epílogo, el Libro de Job
consiste en una sucesión de discursos asignados
a distintas personas. Hay seis expositores
Yahveh, Eliú, Job, y los tres amigos de Job,
Elifaz, Baldad, y Sofar.
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El personaje principal es Job, es llamado el
perseguido, esto es, aquel tentado por
(personificado) el sufrimiento, aquel duramente
castigado, que sufre pacientemente. Job vivió
mucho antes que Moisés. Esto se demuestra por la
gran edad que alcanzó. No era joven cuando
sobrevino su gran infortunio.
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Su patrimonio como el de los Patriarcas, consiste
especialmente en rebaños y ganados. La kesita o
pieza de dinero mencionado en el libro pertenece
al tiempo de los patriarcas. Los instrumentos
musicales a los que se hace referencia solo son
aquellos mencionados en el Génesis órgano, arpa
y pandereta.
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Job ofrece él mismo sacrificios como padre de
familia, como era la costumbre de los Patriarcas.
Una ofrenda real por los pecados en el sentido
Mosaico no era conocida el holocausto ocupaba
su lugar. Job evidentemente no pertenecía al
pueblo escogido. Más aún, vivía fuera de
Palestina. Tanto él como el resto de los
personajes demuestran no conocer las
instituciones específicamente israelitas.
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Para la solución del problema del sufrimiento,
nunca se mencionan las revelaciones hechas a los
Patriarcas o aun a Moisés. De todas maneras Job
y sus amigos veneran al único Dios verdadero.
Job pertenece a los pueblos del Este (1, 3).
Bajo este nombre se incluyen los Árabes (Gen
25, 6) y Arameos (Núm 33, 7) tribus que viven al
Este de la cuenca del Jordán y en la región del
Éufrates (Gen 29, 1). Job parece haber sido
Arameo, ya que vivía en la región de Us. Su
casa ciertamente estaba cerca de Edom, donde
vivía Elifaz, y debe ubicarse en Palestina del
Este, no muy lejos al norte, aunque en la región
habitada por los Arameos. Está ubicada en el
borde del desierto Sirio Árabe, ya que estaba
expuesto a los ataques de los merodeadores,
bandas que asolaban a lo largo de este desierto
los Caldeos (1, 17) del bajo Éufrates y los
Sabeos (1, 15), o Árabes.
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Job era uno de los hombres más importantes de esa
región y tenía muchos bienes. En su libro parece
ser descrito como un rey con muchos vasallos a su
cargo. Un apéndice al Libro de Job en los
Setenta identifica a Job con el Rey Jobab de Edom.
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Elifaz, Baldad y Sofar
El más importante de los tres amigos de Job es
Elifaz de Temán. Su nombre muestra que es un
Edomita (Gen 36, 11, 15). Los Tamanitas de Edom
eran famosos por su sabiduría. Elifaz era uno de
estos sabios. Estaba muy entrado en años, y mucho
mayor que el anciano Job.
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El segundo de los amigos de Job era Baibad el
Suhita, quien parecía pertenecer a Arabia del
Norte, ya que Sue era un hijo de Abraham por
Keturá (Gen 25, 2, 6). Debía ser de la misma
edad que Job.
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El tercer amigo, Sofar, estaba probablemente
también en Arabia. Los textos Hebreos lo llaman
Naamatita. Naama era un pequeño pueblo en el
territorio que pertenecía a Judá (Jos 25, 41),
pero Sofar difícilmente viviera allí.
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Eliú
Como Job, Eliú el Buzita era un arameo al menos
eso es indicativo de su país de origen, Buz, ya
que Buz estaba estrechamente conectada con Us.
Eliú era mucho más joven que Sofar Además de los
relatores hay un gran número de oyentes presentes
durante la discusión algunos mantienen una
posición neutral, como al principio Eliú.
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El Libro de Job consiste en un prólogo en prosa,
la parte principal, poética, y un epílogo
también en prosa. El prólogo narra cómo, con el
permiso de Dios, un santo hombre Job es probado
por Satanás con severas aflicciones, para probar
su virtud. Sucesivamente Job soporta seis
grandes tentaciones con paciencia heroica, y sin
el menor murmullo contra Dios, y sin debilitar su
lealtad a Él. Luego, tres amigos de Job,
Elifaz, Baldad y Sofat, vienen a consolarlo. Su
visita se transforma en la séptima y la mayor de
las pruebas.
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Los tres amigos están absolutamente convencidos
que el problema es siempre el resultado de las
malas acciones. Ellos consideran a Job, por lo
tanto, como un gran pecador y estigmatizan sus
aseveraciones de inocencia como hipocresía. Job
se siente herido por la sospecha de sus amigos.
El protesta que no es seguidor del diablo, que
Dios no lo castiga por su deserción. En el
curso de su discurso falla en reverenciar a
Dios, Quien para él aparece no como injusto,
sino más bien como un severo, duro y en cierto
modo desconsiderado gobernante y no como un
Padre gentil. Teniendo en cuenta que el
lenguaje es poético, es cierto que sus
expresiones no pueden llevarse muy lejos, pero la
filosa reprobación de Eliú y de Yahveh no dejan
dudas de su pecado.
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En respuesta a sus amigos Job enfatiza que Dios
está acostumbrado a premiar la virtud y castigar
la debilidad. Aún amenaza a sus amigos con el
juicio de Dios a causa de sus poco amistosas
sospechas. El prueba correctamente, aunque
violentamente, que en este mundo la regla tiene
muchas excepciones. Casi universalmente, él dice,
el malvado triunfa y el inocente sufre. Aún
por todo esto Job, como sus amigos, ven a todos
los sufrimientos como castigo por los pecados
personales, aunque él no los considera, a
diferencia de sus amigos, como castigo de
pecados mortales.
Job ve al sufrimiento de los rectos como casi una
injusta severidad de Dios, que Él inflige por el
más leve error, y del cual los hombres más
virtuosos no pueden escapar.
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Las expresiones de depresión e irreverencia
expresadas por Job son, además, sólo pecados
veniales, que los seres humanos, nunca pueden
evitar completamente. El mismo Job dice que sus
palabras no deben tomarse literalmente, ya que
son casi la involuntaria expresión de su dolor.
Muchas de sus expresiones tienen el carácter
de tentaciones de pensamiento que fuerzan en
salir casi en contra de su voluntad, más que
voluntarias irreverencias hacia Dios. Por lo
tanto, Job supera todas las pruebas
triunfalmente, aun aquellas causadas por sus
amigos. No importa cuán terrible la persecución
de Dios pueda ser, Job se sostiene más
firmemente de Él y se manifiesta más próximo a
Él. En medio de sus sufrimientos él clama al
poder y la sabiduría de Dios.
Satanás, quien se vanagloriaba que podía llevar a
Job al pecado contra Dios, es desacreditado. El
epílogo testifica expresamente la fe de Job.
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Luego de mucho discurrir Job finalmente triunfa
en silenciar a sus tres amigos, aunque él no es
capaz de convencerlos de su inocencia. En una
serie de monólogos, interrumpido sólo por un
corto discurso de Baldad él renueva sus
lamentaciones, exalta la grandeza de Dios y
cierra con un esforzado llamado al Altísimo a
que, examine su caso y reconozca su inocencia.
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En este punto, Eliú, un joven que formaba parte
de los acompañantes que escuchan, es imbuido de
Dios con el espíritu de profecía. En un largo
discurso él soluciona el problema del
sufrimiento, que Job y sus amigos han fallado en
explicar.
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El dice que el sufrimiento, ya sea leve o severo,
no es siempre resultado del pecado es un medio
por el cual Dios prueba y promueve la virtud y
es por lo tanto una prueba del amor de Dios
hacia sus amigos. Los sufrimientos de Job son
también este tipo de pruebas.
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Al mismo tiempo Eliú enfatiza el hecho que lo que
Dios dispensa permanece inexplicable y
misterioso Yahveh habla el final. Confirma lo
dicho por Eliú, llevando los pensamientos últimos
de Eliú de la inexplicabilidad de los Decretos y
trabajos Divinos mediante una referencia a la
maravilla de la naturaleza animada e inanimada.
Job es severamente reprendido por su
irreverencia él confiesa rápidamente su
culpabilidad y promete enmendarse en el futuro.
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En el epílogo Yahveh toma en cuenta enfáticamente
la inocencia de su sirviente, esto es libera a
Job de haber cometido faltas graves. Los tres
amigos son conminados a obtener la intercesión
de Job, de otro modo ellos serán severamente
castigados por sus críticas no caritativas contra
el pío sufriente. Yahveh perdona a los tres ante
los ruegos de Job, a quien le restituye el doble
de sus anteriores propiedades
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La intención del libro de Job es enseñar que la
sabiduría de Dios y su Providencia guían todos
los eventos del mundo. El tema principal de
investigación es el problema del diablo y su
relación con Providencia de Dios se considera
especialmente el sufrimiento de los justos
referido a alcanzar los fines en el gobierno del
mundo. El libro de Job está más bien escrito
para edificarnos, pues Job es para nosotros, un
ejemplo de paciencia. Es, finalmente, un libro
de consuelo para aquellos que sufren. Aprenden de
él que el sufrimiento no es unos signos de
aborrecimiento, sino frecuentemente una prueba
del amor Divino. Para una explicación mística
del libro, especialmente de Job como un modelo
de Cristo.
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En su sufrimiento, Job abandona toda esperanza
de restaurar la salud y la buena fortuna en este
mundo. En el completo fracaso de todas sus
esperanzas en la Tierra, Job dirige su mirada
hacia el futuro sólo como el fin de la
existencia presente. Más aun, el alma continua
viva, pero todas las ataduras con el mundo
presente tan querido para nosotros son rotas
para siempre. La muerte no solo es el fin de
todos los sufrimientos terrenales, sino también
de la vida terrenal y de todas las alegrías
terrenales, sin ninguna esperanza de retorno a
este mundo.
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Puede concederse que Job no siempre es lógico.
Al comienzo, cuando su depresión es extrema,
pone mucho énfasis en la prosperidad de los
ateos gradualmente él se recupera y corrige sus
tempranos exabruptos extremistas. No es hasta
la segunda serie que los pensamientos de Job en
la vida futura crecen con mayor esperanza. De
todos modos, él espera tan poco como en la
primera serie de discursos sobre una
recuperación de la vida terrena, aunque espera
una mejor vida en el mundo futuro.
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Job enseña que Dios está inclinado aun en este
mundo a premiar a los buenos de alguna manera y
de castigar a los malos. En otros pasajes él no
niega esta regla, sino solo dice que pueden
existir excepciones. En consecuencia, no hay
contradicciones
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Perlas del libro de Job para Meditar
Capítulo 2 10 Si aceptamos de Dios lo bueno,
no aceptaremos también lo malo? Capítulo 4 3
Tú has aleccionado a mucha gente y has
fortalecido las manos debilitadas 4 tus
palabras sostuvieron al que tropezaba y has
robustecido las rodillas vacilantes. 5 Pero
ahora te llega el turno, y te deprimes, te ha
tocado a ti, y estás desconcertado. 6 Acaso tu
piedad no te infunde confianza y tu vida íntegra
no te da esperanza? 8 Los que cultivan la
maldad y siembran la miseria, cosechan eso mismo
9 ellos perecen bajo el aliento de Dios,
desaparecen al soplo de su ira.
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Capítulo 5 8 Yo, por mi parte, buscaría a Dios, a
él le expondría mi causa. 9 El realiza obras
grandes e inescrutables, maravillas que no se
pueden enumerar. 10 Derrama la lluvia sobre la
tierra y hace correr el agua por los campos. 11
Pone a los humildes en las alturas y los
afligidos alcanzan la salvación. 12 Hace
fracasar los proyectos de los astutos para que no
prospere el trabajo de sus manos. 13 Sorprende a
los sabios en su propia astucia y el plan de los
malvados se deshace rápidamente. 14 En pleno
día, chocan contra las tinieblas, y andan a
tientas al mediodía, como si fuera de noche. 15
El salva al huérfano de la espada, y al
indigente, de la mano del poderoso. 16 Así, el
débil recupera la esperanza y los malvados
cierran la boca. 17 Feliz el hombre a quien
Dios reprende y que no desdeña la lección del
Todopoderoso!
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Capítulo 7 17 Qué es el hombre para que lo
tengas tan en cuenta y fijes en él tu atención,
18 visitándolo cada mañana y examinándolo a
cada instante? 21 Por qué no perdonas mis
ofensas y pasas por alto mis culpas? Capítulo 8
4 Si tus hijos pecaron contra él, él los dejó
librados a sus propios delitos. 5 En cambio, si
tú recurres a Dios e imploras al Todopoderoso,
6 si te mantienes puro y recto, seguramente, él
pronto velará por ti y restablecerá tu morada de
hombre justo. 7 Tus comienzos habrán sido poca
cosa, frente a la grandeza de tu porvenir.
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Capítulo 8 11 Brota el papiro fuera de los
pantanos? Crece el junco donde no hay agua? 12
Tierno aún, y sin que nadie lo corte, se seca
más pronto que cualquier otra hierba. 13 Tal es
la suerte de los que olvidan a Dios, así perece
la esperanza del impío. 14 Su confianza es
apenas un hilo, su seguridad, una tela de araña.
15 Se apoya sobre su casa, y ella no resiste,
se aferra a ella, y no queda en pie. 20 No,
Dios no desdeña al hombre íntegro, ni toma de la
mano a los malvados.
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Capítulo 8 11 Brota el papiro fuera de los
pantanos? Crece el junco donde no hay agua? 12
Tierno aún, y sin que nadie lo corte, se seca
más pronto que cualquier otra hierba. 13 Tal es
la suerte de los que olvidan a Dios, así perece
la esperanza del impío. 14 Su confianza es
apenas un hilo, su seguridad, una tela de araña.
15 Se apoya sobre su casa, y ella no resiste,
se aferra a ella, y no queda en pie. 20 No,
Dios no desdeña al hombre íntegro, ni toma de la
mano a los malvados.
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Capítulo 19 25 Porque yo sé que mi Redentor vive
y que él, el último, se alzará sobre el polvo
26 Y después que me arranquen esta piel, yo, con
mi propia carne, veré a Dios. 27 Sí, yo mismo lo
veré, lo contemplarán mis ojos, no los de un
extraño. Mi corazón se deshace en mi pecho!
Capítulo 22 21 Llega a un acuerdo con Dios,
reconcíliate, y así alcanzarás la felicidad. 22
Recibe la instrucción de sus labios y guarda sus
palabras en tu corazón. 23 Si vuelves al
Todopoderoso con humildad y alejas de tu carpa
la injusticia 24 si arrojas el oro en el polvo
y el oro de Ofir entre las piedras del torrente,
25 entonces el Todopoderoso será tu oro, él será
un montón de plata para ti. 26 En el
Todopoderoso estará tu deleite y levantarás tu
rostro hacia Dios.
27 Tú le suplicarás y él te escuchará, y podrás
cumplir tus votos. 28 Si te propones algo, te
saldrá bien, y sobre tus senderos brillará la
luz. 29 Porque él humilla la altivez del
soberbio pero salva al que baja los ojos. 30 El
libra al hombre inocente, y tú te librarás por la
pureza de tus manos.
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Capítulo 28 20 La Sabiduría, entonces, de dónde
viene? Y cuál es el lugar de la Inteligencia?
21 Ella se oculta a los ojos de todos los
vivientes y se esconde de los pájaros del cielo.
23 Dios es el que discierne sus caminos y sólo
él sabe dónde está, 24 porque él mira hasta los
confines de la tierra y ve todo lo que hay bajo
el cielo. 25 Cuando él daba consistencia al
viento y fijaba las medidas de las aguas 26
cuando imponía una ley a la lluvia y un camino
al estampido de los truenos, 27 entonces, él la
vio y la valoró, la apreció y la escrutó hasta
el fondo. 28 Y dijo al hombre El temor de
Dios es la Sabiduría, y apartarse del mal, la
Inteligencia.
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Capítulo 29 2 Si pudiera volver a los tiempos
pasados, a los días en que Dios cuidaba de mí,
3 cuando hacía brillar su lámpara sobre mi
cabeza y yo caminaba a su luz entre las
tinieblas! 11 Sí, el que me oía me felicitaba y
el que me veía daba testimonio a mi favor. 12
Porque yo salvaba al pobre que pedía auxilio y
al huérfano privado de ayuda. 13 El desesperado
me hacía llegar su bendición, y yo alegraba el
corazón de la viuda. 14 Me había revestido de
justicia, y ella me cubría, mi rectitud era como
un manto y un turbante. 15 Yo era ojos para el
ciego y pies para el lisiado, 16 era un padre
para los indigentes y examinaba a fondo el caso
del desconocido. 18 Entonces pensaba Moriré en
mi nido, multiplicaré mis días como el ave fénix
19 Mi raíz se extenderá hacia el agua y el
rocío se posará en mi ramaje. 20 Mi gloria será
siempre nueva en mí y el arco rejuvenecerá en mi
mano.
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Capítulo 28 20 La Sabiduría, entonces, de dónde
viene? Y cuál es el lugar de la Inteligencia?
21 Ella se oculta a los ojos de todos los
vivientes y se esconde de los pájaros del cielo.
23 Dios es el que discierne sus caminos y sólo
él sabe dónde está, 24 porque él mira hasta los
confines de la tierra y ve todo lo que hay bajo
el cielo. 25 Cuando él daba consistencia al
viento y fijaba las medidas de las aguas 26
cuando imponía una ley a la lluvia y un camino
al estampido de los truenos, 27 entonces, él la
vio y la valoró, la apreció y la escrutó hasta
el fondo. 28 Y dijo al hombre El temor de
Dios es la Sabiduría, y apartarse del mal, la
Inteligencia.
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