Title: Corona de Adviento
1CORONA DE ADVIENTO
2ADVIENTO es una palabra latina. Quiere decir
VENIDA, LLEGADA. Tiempo de preparación para la
venida de Jesucristo. Abarca cuatro semanas
antes de Navidad. Tiene su origen en una
tradición pagana europea que consistía en prender
velas durante el invierno para representar al
fuego del dios Sol, para que regresara con su luz
y calor durante el invierno.
3Los primeros misioneros aprovecharon esta
tradición para evangelizar a las personas.
Partían de sus costumbres para enseñarles la fe
católica. En este Adviento prepara la Corona
de Adviento, pero no sólo en tu casa como un
signo externo, sino más bien en lo más profundo
de tu ser. Sólo así tiene sentido.
4La corona está formada por una gran variedad de
símbolosLa forma circular El círculo no tiene
principio ni fin. Es señal del amor de Dios que
es eterno, sin principio y sin fin, y también de
nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe
de terminar.Las ramas verdes Verde es el color
de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su
gracia, el perdón de los pecados y la gloria
eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más
importante en nuestras vidas debe ser llegar a
una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.
5Las cuatro velas Nos hacen pensar en la
obscuridad provocada por el pecado que ciega al
hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera
caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una
esperanza de salvación que iluminó todo el
universo como las velas de la corona. Así como
las tinieblas se disipan con cada vela que
encendemos, los siglos se fueron iluminando con
la cada vez más cercana llegada de Cristo a
nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen
en la corona y se prenden de una en una, durante
los cuatro domingos de adviento al hacer la
oración en familia.
6Se acostumbra usar diferentes colores una
morada, una roja, una rosa y una blanca. Hay
quienes acostumbran poner tres velas moradas y
una rosa o blanca. Se prenden primero las moradas
que nos recuerdan que es tiempo de penitencia, de
conversión. La blanca o rosa significa la alegría
de la llegada de Jesucristo.Las manzanas rojas
que adornan la corona Representan los frutos del
jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el
pecado al mundo pero recibieron también la
promesa del Salvador Universal.El listón rojo
Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios
que nos envuelve.
7Oración para bendecir la CoronaSeñor Dios,
bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento
para que, al encenderla, despierte en nosotros el
deseo de esperar la venida de Cristo practicando
las buenas obras, y para que así, cuando Él
llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén. La bendición de Dios, Padre, Hijo y
Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y
sobre todos los que con ella queremos preparar la
venida de Jesús. Amén.
8Oraciones para encender las velas de la
corona PRIMER DOMINGO La primera vela será la
luz de mi alegría y mi sonrisa.La ofreceré a
todos, sin distinción, generosamente y por propia
iniciativa. Encendemos, Señor, esta luz, como
aquel que enciende su lámpara para salir en la
noche, al encuentro del amigo que ya viene.En
esta primera semana del Adviento queremos
levantarnos para esperarte preparados, para
recibirte con alegría. Muchas sombras nos
envuelven. Muchos halagos nos adormecen. Queremos
estar despiertos y vigilantes, porque tú nos
traes la luz más clara, la paz más profunda, y la
alegría más verdadera. Ven, Señor Jesús! Ven,
Señor Jesús!
9SEGUNDO DOMINGO La segunda vela será la luz de
mi plegaria sencilla y sincera.Ofreceré mi
oración al Señor. Miraré el mundo, el país, mi
barrio, mi familia con afecto y comprensión.
Miraré al Señor llevándole el vistazo que he
echado al mundo y le rogaré con mi oración que
mire Él con su bondad al mundo entero.La súplica
de una bendición de Dios. Los profetas mantenían
encendidala esperanza de Israel. Nosotros, como
un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo
tronco está rebrotando,florece el desierto... La
humanidad entera se estremeceporque Dios se ha
sembrado en nuestra carne. Que cada uno de
nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes,
para que florezcas, para que nazcas, y mantengas
en nuestro corazón encendida la esperanza. Ven
pronto, Señor! Ven, Salvador!
10TERCER DOMINGO La tercera vela será la luz de mi
perdón.Tenderé mi mano a todos para que me
perdonen. He faltado de pensamiento, palabra,
obra y omisión.Tenderé mi mano para ofrecer
reconciliación y perdón.Me dice Jesús Si tú
quieres que Dios te perdone, debes ser capaz de
perdonar... Y en estas situaciones es más grande
el que da que el que recibe. En las tinieblas se
encendió una luz,en el desierto clamó una
voz. Se anuncia la buena noticia El Señor va a
llegar! Preparad sus caminos, porque ya se
acerca. Adornad vuestra alma como una novia que
se engalana el día de su boda. Ya llega el
mensajero. Juan Bautista no es la luz, sino el
que nos anuncia la luz. Cuando encendemos estas
tres velas cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya para que brilles, llama para que
calientes. Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos
con tu luz, caliéntanos en tu amor.
11CUARTO DOMINGO La cuarta vela será la luz de mi
cariño.Repartiré buenas palabras, gestos amables
como pan sabroso, como la pizca de sal que le dan
buen sabor a la vida.Que mi intención sea amar,
porque Dios nos amó primero.Que mi actitud sea
amar, porque donde hay verdadero amor, allí está
Dios, porque Dios es amor. Al encender estas
cuatro velas, en el último domingo, pensamos en
Ella, la Virgen, tu madre y nuestra madre. Nadie
te esperó con más ansia, con más ternura, con más
amor. Nadie te recibió con más alegría. Te
sembraste en Ella, como el grano de trigo se
siembra en el surco. Y en sus brazos encontraste
la cuna más hermosa. También nosotros queremos
prepararnos así en la fe, en el amor y en el
trabajo de cada día. Ven pronto, Señor! Ven a
salvarnos!
12PLEGARIA BREVE PARA REPETIR CADA DOMINGO Jesús,
ven entre nosotros. Nosotros queremos compartir
tu venida. Nosotros queremos recibirte. Nosotros
esperamos que nos traigas tu luz, tu paz, tu
amor. Amén. Y cuando llegue la Navidad habrá luz
en las casas y en los corazones, se habrán
transformado mentes y voluntades.Y después...
Seguirá siendo Navidad!