Title: La Isleta del Moro
1La Isleta del Moro Desde los Escullos ya se ve
la isleta del Moro ( o de Mohamed) Arráez, que
así se apellida. La palabra árabe "ar-rais"
significa "patrón de barco" y en el siglo XVIII
aparecía escrita como "jarraez", llegando a
nosotros como topónimo proveniente de una
profesión a la que todavía hoy se dedica su
población. Junto a un colosal peñón doble repleto
de gaviotas, viven aquí unas gentes sencillas que
encalan de blanco sus casa y las adornan de rojo
geranio y malvas de red pescadora
2La vida brota en una placeta de tierra, piedras y
lavadero público en el que las mujeres aún hacen
la colada y donde la Virgen del Carmen, Patrona
del mar y tesoro de la aldea, nos habla de la fe
y gran corazón de estos pescadores desde la
minúscula cajita en la que la guardan y a la que
llaman Santuario, antiguo trozo de escuela
convertido en capilla, cuyo altar es una red que
ha cambiado lo más profundo por lo más elevado.
3No deje de probar las tapas, paellas y
parrilladas que cualquiera de sus bares y
restaurantes le ofrecen. Exquisita comida
marinera que le recibirá coleteando en los
mostradores. Encontrará alojamiento en su único
hostal frente a un mar siempre quieto, con vistas
a los Frailes.
4El entorno invita a excursiones entre oasis de
palmeras, lomas y acantilados repletos de flores,
curiosas piedras y, el Peñón Blanco bella playa
de arena al levante con "capricho" volcánico
central y grandes paredes basálticas.
5En verano, los amarillos y rojos de fuego son
comentados por las cigarras, que sólo nos
recomiendan el amanecer o el ocaso para pasear.
Siguiendo la carretera hacia Rodalquilar podemos
visitar calas vírgenes descendiendo por senderos
trazados por el barranco.Mantener su limpieza y
respetar religiosamente el entorno no resultará
difícil en un lugar donde la Naturaleza se
manifiesta con esplendor y nos permite admirar lo
que en tantos lugares hemos echado a perder
6El barranco del Negro, frente al cruce de entrada
en la carretera, nos ofrece un ejemplo de la
exhuberancia que esta tierra árida, con cuidado y
atención, es capaz de mostrar. Cerca, los llanos
del cortijo del Paraíso, son un raso mar de
verdor durante el otoño e invierno y de flores en
primavera.
7La Isleta, que en el paleolítico y eneolítico se
pobló de gentes que tallaron la piedra y dejaron
enterramientos císticos en el islote, fue puerto
de fenicios y romanos y fondeadero para la aguada
de árabes y piratas. Más tarde, la inseguridad de
las costas la mantuvo desierta, pues aún a
mediados del XVIII eran frecuentes los asaltos
por mar a los campesinos.
8Creció por fin durante el siglo pasado al amparo
del castillo de San Felipe. Los primeros
asentamientos fueron de pescadores que, al final
de siglo, también trabajaron en la minería de
Rodalquilar. "Los Chinorros", los "Fresneras" y
los "Matames" son familias de pescadores
reconocidas por su profesionalidad y valentía en
todo el litoral almeriense.Se conoció el
alumbrado eléctrico en 1969, se asfaltó la
carretera de acceso en 1979 y contó con el primer
teléfono de todo el valle en 1982 hasta reunir
población que hoy (1995) ronda el centenar de
vecinos.
Vídeo del entorno natural de La Isleta del Moro