Por Ashley Marshall

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PorAshley Marshall
Tío Tigre y Tío Conejo
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• Los cuentos de Tío Tigre y Tío Conejo están entre
  los más populares de la tradición oral de las
  Américas. Se dice que tienen su origen con los
  trabajadores de las grandes haciendas y
  plantaciones. En estos cuentos, el pequeño y
  astuto Tío Conejo siempre vence al grande, fuerte
  y bobo (tonto) Tío Tigre.

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• Ese día, el primer día de invierno, hizo mucho
  frío durante el día. También hizo viento y llovió
  continuamente. Ay! pensó Tío Conejo mientras
  pensaba en preparar la cena, éste va a ser un
  invierno horroroso. Va a hacer un frío de mil
  demonios.

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Buscó algo que comer en el aparador pero no
encontró nada. Y voy a sufrir mucha hambre
también.

• Pero como a Tío Conejo no le gustaba trabajar,
  el trabajo es para los bobos decía, tuvo que
  pensar cuidadosamente en cómo iba a sobrevivir el
  invierno

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• Tío Conejo salió a caminar y pensar en su dilema.
  En el camino descubrió un abrigo de lana muy
  elegante. Con este hermoso abrigo, voy a estar
  muy cómodo durante el invierno.

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• Y como no vio a nadie en el camino, se puso el
  abrigo y siguió caminando.

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• Un poco más tarde, Tío Conejo se encuentró con
  Tío Tigre. Dónde conseguiste ese hermoso
  abrigo? preguntó Tío Tigre. Lo hice yo mismo,
  respondió Tío Conejo. No sabe usted que yo tejo
  abrigos de lana? Ah, sí? dijo Tío Tigre,
  Podría tejerme uno a mí? Me gustaría mucho
  tener un abrigo como éste.

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Tío Tigre quedó contentísimo. Voy a tener el
abrigo más hermoso de todos, se dijo.

• Tío Conejo se quedó pensando un rato, luego dijo
  que sí, pero con una condición
• Usted tiene que traerme todo la lana que voy a
  necesitar y también algo de comer mientras
  trabaje en su abrigo, dijo al ingenuo tigre. No
  voy a tener tiempo para ir de compras y tejer
  también.

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Y así pasaron los días con Tío Conejo tejiendo y
Tío Tigre trayéndole más lana y comida. Día tras
día durante todo el invierno Tío Tigre le llevaba
lana, huevos, salchichas, pan y otras comidas a
Tío Conejo.
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Y todas las tardes el pobre bobo salía de la casa
de Tío Conejo sin su abrigo de lana. Los días
pasaron a semanas, las semanas a meses, y pronto,
sin darse cuenta Tío Tigre, llegó la primavera.
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• Sí, terminó el invierno y llegó la primavera. Y
  el pobre Tío Tigre flaco y cansado de tanto
  trabajar todo el invierno, ya no necesitaba un
  abrigo. Y Tío Conejo, gordito y calientito bajo
  toda esa lana, sobrevivió un invierno más. Pobre
  Tío Tigre! verdad? Nunca gana! Así es la vida!

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EL FIN