Title: Dnde se encuentra la Doctrina Social de la Iglesia
1 Dónde se encuentra la Doctrina Social de la
Iglesia? Aunque está íntimamente en La
Tradición, La Biblia y los Santos Padres, en la
práctica la encontramos específicamente en las
Encíclicas. Desde finales del siglo XIX la
Iglesia empezó a orientar y a preocuparse por los
problemas de la sociedad. Para ello se valió de
las encíclicas. Desde entonces la Iglesia se
involucró más con los asuntos sociales, políticos
y económicos, pues no podía ser ajena a ellos si
afectaban directamente la vida del ser humano.
2 Encíclicas Sociales Rerum novarum (1891),
Presenta la doctrina social sobre el trabajo y
sobre el principio de colaboración contrapuesto a
la lucha de clases. León XIII Quadragésimo
anno (1931), sobre la reconstrucción del orden
social. Propone reformar, además de lo que afecta
a la clase obrera, el orden social.
Pío XI Mater et magistra (1961), sobre el
Cristianismo y el progreso social. Denuncia las
desigualdades entre los pueblos y entre las
clases sociales. Juan XXIII "Pacem
in Terris" (1963) Llamada a la colaboración para
construir una paz justa. Juan XXIII
3Populorum progresio (1967), sobre el desarrollo
de los pueblos. Necesidad de un desarrollo
solidario. Pablo VI "Gaudium et Spes" (Gozo
y Esperanza) Pablo VI Concilio Vat. II Pablo
VI Laboren exercens (1981),sobre el trabajo
humano. Juan Pablo II Sollicitudo rei
socialis (1987), sobre la preocupación social de
la Iglesia. Todo desarrollo debe tener en cuenta
la dignidad de la persona Juan Pablo II
Centesimus annus (1991), sobre varias
cuestiones de la doctrina social. Juan Pablo II
4Tras la revolución industrial todas las riquezas
se acumularon en manos de unos pocos y éstos
maltrataron al proletariado imponiéndoles
jornadas laborales de 14 horas en condiciones
inhumanas. Así, el 15 de mayo de 1891 el Papa
León XIII publicó su primera Encíclica Rerum
Novarum. En ella decía que la moral debía ser
siempre lo más importante y que los obreros
tenían derecho a crear sus sindicatos y a que el
Estado interviniera a favor de ellos.
5Más tarde el Papa Pío XI publicó la Encíclica a
cuarenta años Quadragessimo anno, en la que
decía "En efecto, cuando la lucha de clases se
abstiene de los actos de violencia y del odio
recíproco, se transforma poco a poco en una
discusión honesta, fundada en la búsqueda de la
justicia".
6En 1962 Juan XXIII escribió la Mater et
Magistra (Madre y Maestra) donde trataba los
recientes desarrollos de la cuestión social a la
luz de la doctrina cristiana Y poco antes de
morir, el 11 de abril de 1963, publicó la Pacen
in terris La paz en la tierra, profunda
aspiración de los hombres en todo tiempo, no se
puede establecer ni asegurar si no se guarda
íntegramente el orden establecido por Dios.
7 En 1965 se terminó el Concilio Ecuménico
Vaticano II, se cree que Pablo VI publicó la
Encíclica Populorum Progressio (Desarrollo de
los pueblos) en 1967 como documento de aplicación
de las enseñanzas del Concilio, una respuesta a
la llamada de éste.
8 Nace también de la preocupación de la Iglesia,
que inspiró todo el trabajo conciliar en la labor
de coordinar y desarrollar algunos temas de su
enseñanza social. En ella se trató el desarrollo
así como del subdesarrollo de los pueblos, y
afirma que los conflictos sociales se han
ampliado hasta alcanzar dimensiones exactamente
mundiales y que se dirige a todos los hombres
para una acción concreta en pro del desarrollo
integral del hombre y del desarrollo solidario de
la humanidad.
9 Juan Pablo II publicó en 1981 una Encíclica muy
fuerte, donde defendía los derechos humanos. Fue
la Laborem exercens y en ella decía El
cristiano que está en actitud de escucha de la
palabra del Dios vivo, uniendo el trabajo a la
oración, sepa qué puesto ocupa su trabajo no sólo
en el progreso terreno, sino también en el
desarrollo del Reino de Dios, al que todos somos
llamados con la fuerza del Espíritu Santo y con
la palabra del Evangelio.
10 Seis años más tarde, en 1987, publicó
Sollicitudo rei socialis, Solicitud de la cosa
social en la que nos envía al mundo entero
para dar testimonio, con la fe y con las obras,
del amor de Dios, preparando la venida de su
Reino y anticipándolo en las sombras del tiempo
presente. Nosotros como cristianos debemos
hacernos conscientes de lo que hacemos en el
mundo a favor de la paz y el desarrollo. Finalme
nte, en 1991 escribió la Encíclica Centesimus
annus, para conmemorar los primeros cien años de
la Rerum Novarum.) Esta Encíclica de ahora ha
querido mirar al pasado, pero sobre todo está
orientada al futuro. Al igual que la Rerum
novarum, se sitúa casi en los umbrales del nuevo
siglo y, con la ayuda divina, se propone preparar
su llegada.