evangeli

1
El Cántico del Aleluya (Vísperas de Montserrat)
evoca nuestra consagración
Dedicación de la iglesia de LETRÁN de Roma
La Roma constantiniana
2
Maqueta de la Roma antigua
La Domus Faustae (de los lateranos), ofrecida
al Papa (324) por la mujer de Constantino, es la
primera iglesia cristiana
3
Jn 213-22 La Pascua de los judíos estaba cerca,
y Jesús subió a Jerusalén, y encontró en el
templo a los que vendían bueyes, ovejas y
palomas, y a los que cambiaban dinero allí
sentados.
4
Habían convertido el Templo en un lugar de
mercadeo
Dios quiere que seáis Templos VIVOS, no lugares
de contrabando
Maqueta del Templo de Jerusalén
5
Y haciendo un azote de cuerdas, echó a todos
fuera del templo, con las ovejas y los bueyes
desparramó las monedas de los cambistas y volcó
las mesas y dijo a los que vendían palomas
Quitad esto de aquí no hagáis de la casa de mi
Padre una casa de comercio.
6
En la Casa del Padre se da el Encuentro
Tienes a Dios muy cerca, en los labios y en el
corazón (Deut 30,14)
7
Sus discípulos se acordaron de que estaba
escrito EL CELO POR TU CASA ME CONSUMIRÁ.
8
Me consume el deseo que TODOS seáis el NUEVO
Templo
Por qué edificáis otros templos?
9
Entonces los judíos respondieron y le dijeron Ya
que haces estas cosas, qué señal nos muestras?
10
La Dedicación de una iglesia es señal de la
Consagración de todos
Lo importante sois vosotros, no el cemento
St. Juan de Letrán
11
Jesús respondió y les dijo Destruid este templo,
y en tres días lo levantaré.
12
Sólo el AMOR construye
La figura de este mundo pasa (1Cor 7, 31)
Restos de la Roma imperial
13
Entonces los judíos dijeron En cuarenta y seis
años fue edificado este templo, y tú lo
levantarás en tres días? Pero Él hablaba del
templo de su cuerpo.
14
Tres días fueron suficientes para levantar la
Humanidad
No queráis perseverar en la muerte...
15
Por eso, cuando resucitó de los muertos, sus
discípulos se acordaron de que había dicho esto
y creyeron en la Escritura y en la palabra que
Jesús había hablado.
16
Mirad arriba
Y creed en la Palabra de Jesús
17
Haz, Señor, que este Temple consagrado que Tu
edificaste, nadie lo pueda destruir
18
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