Title: MADRE MARIA INES TERESA ARIAS DEL SANTISIMO SACRAMENTO
1PENSAMIENTOS
- MADRE MARIA INES TERESA ARIAS DEL SANTISIMO
SACRAMENTO
2Caridad tierna y activa, Ah sí, mi divino
maestro, yo quiero imitarte en esto en la vida
religiosa se ofrecen mil ocasiones
3Siempre que te pida para mí, es también para
ellos, pues son carne de mi carne y huesos de mis
huesos, y no quiero nada para mí, que no sea
también para ellos.
4Que hermosas son las almas alegres! Las que
ocultando sus mismas angustias, las que
bebiéndose en silencio sus propias lágrimas, se
prodigan a los demás con ternuras exquisitas,
divinas, inefables
5Creo, que cada cosilla, ofrecida por muchas
intenciones a la vez, puede comprar, digámoslo
así, todas y cada una de las almas, por cuanto va
unida la obra a los méritos de Jesús, y
purificada por las manos de María.
6Oh mi dulcísimo Jesús, atormentado por mí, Quién
podrá entristecerse y afligirse por las tristezas
y penas de este mundo, si te mira a ti en la cruz?
7Graba Señor en mi corazón tus llagas y tu Pasión,
porque entonces, tu yugo es suave y tu carga
ligera. En espíritu quiero permanecer siempre al
pie de la cruz
8El amor, Ah!, ese sí me atrae inmensamente, y es
tu deseo que todos te amemos con todo el corazón,
con toda el alma, con toda la mente.
9Así es mi dulce Jesús. Sólo atribula al alma,
para que después, de esa misma tribulación, saque
grandes bienes y una inmensa alegría
10Cuántas luces ha recibido mi alma! Todavía
sufre. Pero le es tan dulce! Que bueno que
tenemos un corazón que inmolar a Dios.
11Por eso Jesús por tu amor, no dejaré pasar la
menor ocasión de mostrarte mi amor. Así lo
propongo yo, tú dame Señor tu gracia
12Estoy dispuesta, Señor, con tu gracia, a pasar
por todas las inmolaciones, por todas las cruces,
por todos los sufrimientos
13Hay que acostumbrar al alma a ver en todos los
sucesos de la vida (cuando no es pecado), en
cuanto nos hiere y nos molesta, la mano de Dios
14Señor, yo no tengo más que darte que lo que tú
mismo me has dado, pero tómalo todo entero, sin
reservas y para siempre
15Pediré a nuestro Señor que no me permita caer en
la tibieza, que ninguna criatura impida el vuelo
de mi alma a él, que ninguna bagatela ate mi alma
16Para ejercitarme en los actos de todas las
virtudes Cuánto vencimiento propio necesito!
Ah! He aquí el todo
17Ellas, las almas, como en muchas otras ocasiones,
me han dado el fervor no el fervor sensible,
pero sí, el fervor del deber amado.
18Lo que me enseña a sacrificarme con el fin de
comprar almas, es el amor, para que Dios nuestro
Señor sea amado eternamente, por todas sus
criaturas, para que la eficacia de su redención
no se pierda en ellas.
19Las almas son el móvil de mi vida, y este anhelo
lo llevo muy clavado en mi alma
20Las almas se compran con sacrificios
21Dame Señor, que practique la caridad, como tú
mismo la practicaste enséñame a infundirla en
todos mis hijos
22GRACIAS